El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU ha pedido la libertad inmediata del periodista saharaui Walid Salek El Batal. Hay que recordar que esta petición se suma a la efectuada el pasado Día de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo de 2020, por la sección española de Reporteros sin Fronteras (RSF).
El reportero saharaui Walid El Batal, del grupo de informadores Smara News, fue interceptado en un vehículo por agentes marroquíes de paisano, en Smara, en junio de 2019, cuando se disponía a recibir al también videoactivista Salah Labsir, recién liberado de prisión.
Fue salvajemente apaleado a porrazos y patadas por la policía, en una escena grabada por un ciudadano anónimo, que el servicio de verificación del diario estadounidense The Washington Post ha dado por comprobada, y que han denunciado numerosas organizaciones pro derechos humanos como Human Rights Watch.
Según los expertos de la ONU, en el caso de El Batal, el Grupo de Trabajo consideró probado que fue sometido a tortura y que fue obligado a firmar confesiones, y que el juez ignoró las pruebas de tortura y no inició una investigación. Esto llevó a remitir el caso al relator especial sobre la tortura, al tiempo que sostuvo que el uso de estas confesiones constituye una violación de la presunción de inocencia y la prohibición absoluta de la tortura.
Además, el uso de confesiones supuestamente obtenidas bajo tortura, y la decisión del tribunal de ignorar estas denuncias, constituyeron, a juicio de los expertos de la ONU, una violación del derecho a ser juzgado ante un tribunal independiente e imparcial.
Los expertos de la ONU sostuvieron que no hay duda de que los cargos que afronta El Batal, por los que fue condenado –inicialmente a seis años luego rebajados a dos- y se encuentra en prisión (donde ha sufrido problemas médicos), se derivan de su condición de saharaui y se deben a sus opiniones políticas a favor del derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Si no hubiera sido saharaui y no hubiera expresado su opinión sobre la crisis política en el Sáhara Occidental, este procedimiento no se habría llevado a cabo.
«La decisión del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias no es una mera opinión jurídica, sino un paso importante para lograr justicia para los saharauis, ya que desvela la política sistemática marroquí de tener en su punto de mira a los activistas y periodistas saharauis, y pone en evidencia los vanos intentos marroquíes de justificar sus violaciones», dice Mohamed Mayara, periodista y coordinador de Equipe Media.
Tone Sørfonn Moe, la representante legal internacional que actúa en nombre de Walid Salek El Batal, añadió: «Ha llegado el momento de responsabilizar a Marruecos por sus violaciones del derecho internacional como potencia ocupante. De hecho, Marruecos está reprimiendo a todo un pueblo, el pueblo saharaui, con el uso de la fuerza, y la comunidad internacional debe manifestar claramente su oposición a la tortura, los abusos y la privación de libertad que tienen lugar actualmente en el Sáhara Occidental ocupado».
Junto a El Batal, otros cinco periodistas del Sahara Occidental están en prisión, cuatro de ellos condenados a penas de entre veinte años y cadena perpetua, en condiciones deplorables, con estados de salud muy deteriorados.
Se trata de: Abdellahi Lekhfaouni (cadena perpetua), Hassan Dah (veinticinco años), Mohamed Lamin Haddi (veinticinco años), El Bachir Khada (veinte años) y Mohamed Banbari (seis años).