Cien días después de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero 2022, el personal humanitario de la ONU emitió el viernes 3 de junio 2022 una nueva alerta sobre las enormes necesidades que existen en ese país, mientras la Organización sigue presionando para garantizar las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde Ucrania y Rusia, hacia el resto del mundo, en medio de los crecientes y alarmantes niveles de inseguridad alimentaria.
Amin Awad, responsable de la ONU para la Crisis en Ucrania, confirmó que la Organización está haciendo todo lo posible para asegurar la liberación del grano atascado en los puertos ucranianos del Mar Negro. Igualmente importante para los agricultores del mundo es el suministro seguro de fertilizantes desde Rusia, uno de los principales productores mundiales.
Al frente de los debates están los altos funcionarios de la ONU Martin Griffiths, coordinador de ayuda de emergencia de la Organización, y Rebeca Grynspan, secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y el Desarrollo, la UNCTAD.
«Las negociaciones continúan», dijo Awad, hablando con los periodistas en Ginebra desde Kiev. «Hay muchos detalles y trasiego entre Moscú y otros países que están muy preocupados, y las negociaciones continúan. Pero no hay una solución clara emergente ahora mismo, porque es un rompecabezas que todos tienen que resolver juntos».
Destacando las dificultades relacionadas con el comercio internacional con Rusia, a pesar de que no hay sanciones a las exportaciones humanitarias de alimentos y fertilizantes del país, Awad explicó que Grynspan está trabajando «con otras instituciones financieras, y con Occidente en general, para ver cómo Rusia puede reanudar las transacciones».
Aunque las organizaciones humanitarias han explorado diferentes formas de transportar el grano desde Ucrania al resto del mundo, la única solución viable es la vía marítima, dada la enorme cantidad de cereales y otros alimentos esenciales que se producen.
«Los cinco millones de toneladas al mes suponen cien barcos al mes», señaló Awad, añadiendo que el transporte por ferrocarril o por camión, no pueden gestionar el mismo volumen y están plagados de problemas logísticos. «Así que realmente tiene que haber un movimiento marítimo (…) para exportar entre cincuenta y sesenta millones de toneladas de alimentos al mundo».
1500 millones de personas afectadas
Alrededor de mil quinientos millones de personas «necesitan esos alimentos y fertilizantes» en todo el mundo, explicó el funcionario de la ONU, añadiendo que esperaba que las conversaciones se desarrollen de forma fluida y concluyan lo antes posible para que termine el bloqueo de los puertos y la reanudación de la exportación de fertilizantes y alimentos tenga lugar «antes de que tengamos otra crisis entre manos».
Dentro de Ucrania, al menos 15,7 millones de personas necesitan urgentemente ayuda humanitaria y protección en este momento, aseguró Awad. Las cifras aumentan día a día mientras la guerra continúa, y con el invierno a la vuelta de la esquina, las vidas de cientos de miles de personas están en peligro.
Desempleados en la fila del pan
En el interior de Ucrania, las necesidades cotidianas de la población siguen aumentando, mientras continúa el avance ruso en los oblast del este. Casi catorce millones de personas se han visto obligadas a huir, aproximadamente un tercio de toda la población de Ucrania, y los trabajadores han perdido sus empleos y hacen cola para conseguir alimentos, según informan los trabajadores humanitarios de la ONU.
«Está claro que nuestro mayor reto es hacer llegar la ayuda a las zonas más difíciles de alcanzar de este país, las zonas asoladas, las áreas ocupadas y las zonas alrededor de la línea del frente», indicó Matthew Hollingworth, coordinador de Emergencias del Programa Mundial de Alimentos en Ucrania.
Como los anteriores, Hollingworth también habló desde Lviv, y explicó que el 36 por ciento de todo lo que ha hecho la agencia de la ONU en los últimos tres meses ha sido para apoyar esas zonas del país: «Pero no es suficiente, ni de lejos. Y está claro que necesitamos que se escuchen esos continuos llamamientos para que se facilite el acceso humanitario a esas zonas del país».
Luego, añadió: «Estamos en el granero del mundo que ahora, lamentablemente, se ha convertido en receptor más importante de ayuda humanitaria. Donde la gente hambrienta está en las filas del pan, cuando este es el granero del mundo».