«Nacida en el Madrid de las Vistillas, de Embajadores y de la Cava, yo fui la modistilla madrileña que baila el chotis como el que lava…»
así cantaba Nati Mistral, Natividad Macho Álvarez; madrileña hasta la médula, grande de la escena.
Llevó la música española y la fuerza de su voz conquistó Argentina y México. Desde el drama a la comedia musical, la zarzuela o el teatro clásico; Nati, apellidada Mistral por la escritora Gabriela, a quien su madre admiraba enormemente conquistó el mundo llevando la flor de Chamberí a cuestas siempre.
Soy española, madrileña y monárquica decía siempre y mi viva España no lo calla nadie.
La mujer que más veces interpretó a Lorca que en un día como hoy se marcha para escucharle cuando acabamos de conmemorar 81 años de su muerte. Un derrame cerebral tras el ictus que padeció hace un año ha hecho que a sus 88 años desaparezca para siempre de la escena madrileña; esa de la que se alejó hace años pero siempre en el candelero a capella, como fuera, ensalzando el acento madrileño y la bravura de una mujer que nadie calló.
Frases que se recordarán para siempre, actriz de casta y chula como ninguna. Facha como decía ella, hablaba más de la cuenta cuando la ponían un micrófono y tenía que decir su parecer. Siendo una niña de 15 años se incorporó al Teatro Español para ganar unas perras que debiera aportar a su casa. De familia humilde, luchó por hacerse un hueco con la raza que le caracterizaba hasta ser quien era.
Pionera de los musicales en España hizo tanto y tan bien que siempre será el icono madrileño de la escena. La corte del faraón, Fortunata y Jacinta, Bodas de Sangre, Divinas palabras, Mimosa, Rosa de Madrid, Monísima, El polichinela… Nati fue reconocida tantas veces que no se va de vacío de este Madrid tan suyo; Premio Nacional de Teatro, 1997; el Premio Mayte de Honor, 2006; o Premio José Isbert de Teatro, 2007, Nati Mistral sumó otras distinciones como el Lazo de Dama de la Orden de Isabel la Católica, 1964 o la Medalla de Oro de las Bellas Artes, 2007. Dedicó más de 50 años a la escena y cantó copla, cuplé, dio vida a la Celestina y a La Dorotea, así como a otras protagonistas en el cine.
La que va por la calle tan garbosa, por eso dicen que soy la rosa de Madrid…
Descansa en paz querida, ele y ele…