“No me consta, no me acuerdo, yo no he sido”

Toda la vida, desde la pila bautismal, acostumbrados a lo fácil. Al éxito sin esfuerzo, a la vida edulcorada, a la existencia muelle.

Lucas león Simón

Han disfrutado y utilizado el poder. Todo les ha venido rodado, mascado, blanqueado. Han explotado, hasta la saciedad, sus “cuatro” habilidades (hacer demagogia, decir obviedades, repetir halagos, reír en las fotos) que cuando se les presenta una mínima contrariedad y tienen que comparecer ante una liviana justicia se vuelven mudos, amnésicos, atemorizados, incomunicables, peleles del guion estratégico.

Se palpa, se destaza, la extensión de su miedo, de su banalidad. Toca fingir “respeto” a la justicia a la que siempre han mangoneado. Toca no tener memoria. Toca el “sálvese el que pueda”. Ser invadidos por una nueva estupefacción: “Yo no he sido”. “Todo fue un error”. “Reconozco un cierto desorden”.

Todo ligero, todo sutil, todo sin huella. El mito de la inocencia original. El efecto extremo de la vida, y la política, como “mercancía”.

El indecoro, el hedor, sube grados. Si esto es así ante un juez “amigo”, ¿Qué no sería ante un tribunal popular? ¿Ante la presencia cercana de un jurado, con fondo de guillotina?

Desde 1789 el mundo se ha “revolucionado” poco y nos hemos dejado regir, robar y legislar por los corruptos. Nos hubieran venido bien más “roberpierres”, habría menos señoritos subidos en el caballo y menos amnésicos de ocasión.

Buscándolos a través de los telediarios, los ve uno, bien peinaditos, con cara de no haber “roto un plato” ni de llevarse un sobresueldo. Pero en otros momentos han pagado al contado mansiones en Marbella, se han arrodillado ante el Sumo Pontífice con mantillas de blonda y medrado contratos de favor a sus cónyuges o le han puesto rostro al poder arrogante.

Hace unos años se inventó una palabra para ellos: “aparatiks”. No se molesten en buscar su significado. Es algo que tiene que ver con una desastrada cleptocracia.

Es decir, los que llegado el caso sólo saben decir: “No me consta, no me acuerdo, yo no he sido”.

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