Vivamos el día con un tono mágico, expresando el milagro de la existencia en todos sus vértices. Nos hemos de ayudar con visiones en positivo.
Nos arrimaremos al calor de los amigos, que reconoceremos y protegeremos. Estar unidos nos ayuda mucho para seguir adelante a pesar de las vicisitudes cotidianas.
Nos hemos de tratar con respeto. Busquemos buenos ejemplos, que seguiremos desde la libertad y la espontaneidad. Relajemos los músculos.
Interpretemos los hechos con ilusión. Nos quitaremos de la mochila las alarmas innecesarias. Las críticas han de ser usadas con cariño para gestionar el tiempo, que aprovecharemos sin artificios.
Abramos los corazones. Nos generaremos paciencia desde la sintonía que procura quien sabe esperar. Estemos ahí. No hay tanta prisa como nos venden, pero tampoco hemos de ubicarnos en la pausa estéril.
Pongámonos en marcha con cada amanecer sabiendo que todo irá bien. Dispongamos, por favor, nuestra parte.