El octavo centenario (1221-2021) del nacimiento del rey Alfonso décimo «El sabio» motivó la reciente celebración de un Congreso Internacional así como de una exposición¹ en la Universidad de Salamanca.
Dentro de las aportaciones al Congreso internacional ‘Alfonso X y el poder de la literatura’, celebrado del 22 al 24 de noviembre en la Facultad de Filología, y en el apartado ‘Nuevas investigaciones alfonsíes’ destacar la ponencia de Alexandra Montero Peters (Universidad de Chicago) que llevaba por título ‘Las qiyān en el Libro de los juegos: una conexión con las cortes islámicas’.
Esta intervención alude al Libro del axedreç, dados e tablas, escrito en 1287, ya fallecido el rey, señalando que es una fuente poco estudiada en relación al intercambio intelectual entre musulmanes y cristianos en la Edad Media, aunque su contexto histórico, temas filosóficos y programa artístico lo convierten en una pieza central.
A través de los grabados del manuscrito, se analizó un grupo de ajedrecistas femeninas ligadas a la representación del poder real en la corte alfonsina. De hecho, se afirma que estas mujeres, lejos de ser representaciones de concubinas con una connotación sexual, como se ha planteado en otras ocasiones, evocan la tradición islámica de las qiyān, (se puede traducir por cantoras o animadoras de fiestas).
En realidad, eran mujeres no libres, con exquisita educación, con una larga historia y una amplia distribución desde Sevilla, la cuna del manuscrito de Alfonso décimo, hasta Damasco. Ya no habrá en al-Ándalus desde el siglo catorce.
En las fuentes árabes contemporáneas de al-Ándalus, las qiyān formaban parte de los centros de poder intelectuales islámicos y estaban estrechamente relacionadas
con los debates sobre música, juegos y ocio.
Esta tradición islámica queda reflejada en el manuscrito y muestra cómo Alfonso décimo usó con frecuencia tradiciones islámicas para construir su visión distintiva del buen gobierno y la buena vida.
Conviene recordar que una de las principales qiyan fue Arib Al Ma’muniyya (797/8-890/1) conocida como «la más famosa esclava cantora residente en la corte de Bagdad» de quien se destacaba, entre sus habilidades, que sabía jugar al ajedrez.
Fue la favorita del califa Al Mamun (786-833), quien mató a su hermano conquistando Bagdad mientras descuidaba las defensas al estar jugando al ajedrez. Este hecho lo recrea el poema de Fernando Pessoa (1888-1935), ‘Los jugadores de ajedrez’.
Además, las primeras mujeres ajedrecistas fueron Safia, Aisha y Zubaida ó Ubaida, nietas de Hisham ibn Urwa (667-772) un conocido narrador de hadices o dichos del profeta Mahoma.
En el texto del libro de Alfonso décimo se describen las reglas y se incluyen 103 problemas, de los cuales 89 aparecen en otros tratados de origen árabe, en concreto, de los primeros grandes maestros árabes Al Adli (800-870), Ar Razi (825-900) y Al Suli (880-946). Hay que recordar que entonces no se jugaba con las reglas del ajedrez moderno.
Exposición
Por otra parte, también la Universidad de Salamanca recuerda la faceta como historiador del rey con la exposición ‘Arquitecto de historias: Alfonso X y el saber histórico en la Edad Media’, que se ubica en el salón de claustros Lucía de Medrano, en la primera planta del edificio histórico (Escuelas Mayores).
La muestra es un homenaje a esta figura fundamental de la cultura medieval española. Se exponen una cuidada selección de obras de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, que sirvieron de fuentes a los equipos alfonsíes, los mecanismos y las estrategias del saber histórico en la Edad Media, y la producción historiográfica de Alfonso décimo y su rico legado.
Es una de las facetas más fructíferas y que mayor impronta dejó en generaciones posteriores, la de Alfonso décimo como rey historiador. Sus historias se conciben como narraciones de amplio recorrido. No son textos que traten sobre el presente, y que nos den testimonio de las acciones del rey, sino que arrancan desde la Creación y buscan ofrecer la imagen más completa posible sobre el tema abordado. En este sentido, la historia es también un género de límites imprecisos, que incluye campos como la geografía, cronología, la Biblia o la mitología.
A partir de las obras seleccionadas se construye un relato que lleva a mundos lejanos y cercanos, que permite tejer y dilucidar tramas políticas, vivir experiencias fantásticas, apreciar otras culturas y, en definitiva, reflexionar sobre la necesidad de contar y escuchar historias. Historias para aprender, para elaborar un pasado y diseñar un futuro, para gobernar, para soñar.
Además, esta muestra también aproxima al análisis histórico y su constante revisión. A través de la mirada de otros historiadores se analiza la percepción que estos tuvieron de la obra del monarca y de su persona en diferentes momentos y contextos, haciendo un recorrido desde la época medieval hasta la primera biografía moderna, escrita por Gaspar Ibáñez de Segovia (1628-1708), marqués de Mondéjar.
La exposición crea una trama que involucra a diferentes personajes: Alfonso décimo, la historia, los libros y la Universidad de Salamanca. La literatura histórica sirve como hilo conductor de toda la muestra, situando la obra de Alfonso décimo en el centro de una constelación que incluye una rica tradición anterior y da lugar a un amplio y variado número de textos derivados de la producción alfonsí o relacionados de algún modo, con ella.
Por último, se recuerda la relación particular entre Alfonso décimo y la Universidad de Salamanca, la sede que custodia esta magnífica colección que hoy permite recuperar el legado historiográfico alfonsí desde una perspectiva distinta.
- Exposición ‘Arquitecto de Historias. Alfonso X y el saber histórico de la Edad Media’
Del 21 noviembre hasta el 9 de enero de 2022.
Salón de claustros Lucía de Medrano, primera planta del edificio histórico (Escuelas Mayores)
Universidad de Salamanca.
Horario: de lunes a sábado de 10.00 a 18.30 horas y domingos y festivos de 10.00 a 13.30 horas.