La grafía opa, en minúscula, recuerda la Fundéu, es la recomendada en el Diccionario académico para referirse a una oferta pública de adquisición.
Sin embargo, en los medios es muy habitual encontrar frases con OPA en mayúscula: «La mexicana Sigma lanza una OPA sobre Campofrio por cerca de 700 millones» o «Las grandes compañías están preparadas para reaccionar ante intentos de OPA».
A veces, ciertas siglas siguen un proceso de lexicalización que las lleva a transformarse en nombres comunes: ovni, geo, grapo, pyme, etc. Así, en su día, SIDA dejó de ser solo una sigla de síndrome de inmunodeficiencia adquirida para transformarse en una palabra común con una grafía distinta: sida.
Igualmente, la sigla OPA se ha convertido en un nombre común y, por lo tanto, los hablantes ya no tienen la referencia directa al significado original de las siglas: oferta pública de adquisición.
Al tratarse de un nombre común, lo apropiado es escribirlo con minúscula, opa, término ya incluido en el Diccionario académico definido como ‘oferta pública dirigida a los socios de una compañía cotizada en bolsa en la que se les propone la adquisición de sus acciones en plazos y condiciones determinadas’.
Por otra parte, las palabras creadas a partir de siglas forman su plural conforme a las normas académicas regulares (opa, plural opas) y pueden producir derivados como el verbo opar, incluido en el diccionario Clave con el significado de ‘hacer una opa sobre una empresa para intentar controlar un gran número de sus acciones’.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «La mexicana Sigma lanza una opa sobre Campofrío por cerca de 700 millones» y «Las grandes compañías están preparadas para reaccionar ante intentos de opa».
Por último, se recuerda que, en relación con la opa lanzada días atrás sobre Campofrío, el nombre de esta empresa lleva tilde.