El periodista, algunas fuentes lo califican de influencer, Mariano Soto Cortés, fue asesinado el domingo 4 de octubre de 2020 en la ciudad de Tijuana, Baja California, cuando se desplaza en automóvil junto a su esposa.
Mariano Soto editaba el periódico digital ‘Tijuana Sin Censura’, en el que reportaba ejecuciones y abusos policíacos en esa localidad fronteriza, informa el gremio periodístico organizado de México.
La información policial señala que recibió dos disparos en el tórax la tarde de este 4 de octubre 2020 cuando se disponía a bajar de su automóvil Cadillac para cumplir una cita con su dentista, acompañado de su esposa.
Aunque no era reconocido como periodista por toda la profesión, contaba con la protección del Mecanismo de Protección a Periodistas de la Secretaría de Gobernación.
Varios medios locales describen que Mariano Soto, conocido como ‘El Gordo’ o ‘El MS’, se dedicaba a través de su página ‘Tijuana sin Censura’ a dar cuenta de abusos policíacos. En ese programa, se dedicaba a presentar denuncias ciudadanas en un tono que resultaba entretenido para sus seguidores, por el lenguaje que utilizaba. ‘Le duela a quien le duela’, era uno de sus dichos principales.
Precisamente ese domingo, momentos antes de que fuera asesinado, Mariano Soto había hecho responsables de cualquier cosa que le sucediera al alcalde de Tijuana, Arturo González Cruz y al secretario de Seguridad Pública de ese municipio, Jorge Ayón Monsalve.
A mayor precisión, Soto Cortez, el sábado anterior, es decir un día antes de su ejecución, a esos funcionarios los denunció ante la Fiscalía General de Justicia por un decomiso que no reportaron de 600 kilos de cocaína.
La víctima también había detallado que había sido amenazado por oficiales de la Policía Municipal, así como por el jefe de distrito, Jesús Ernesto Ríos Noriega, quienes le habrían hecho advertencias sobre su vida si no eliminaba la información que había publicado respecto a dicho decomiso.
El 9 de septiembre 2020 ya había sido atacado de manera similar en la que se dio su muerte. Se encontraba circulando por la Colonia Obrera, en el municipio fronterizo, cuando también le dispararon varias veces, recibiendo tres disparos, uno en el brazo y dos en la espalda.
Entonces, según señalan medios locales, Soto Cortez arribó al Hospital General de Tijuana para pedir atención médica, pero lo mandaron a otra institución por la actual situación de la pandemia.
Actividades de extorsión
Por otra parte, un medio precisó que Mariano Soto se encontraba en libertad condicional después de que el 27 de septiembre de 2019 fue sentenciado a cinco años de prisión y a pagar una multa de 22 674 pesos (unos 896 euros), por resultar culpable de delito de extorsión. Se encontraba detenido desde tres meses antes, el 9 de mayo de 2019. Soto se declaró culpable y ofreció disculpas al empresario que fue su víctima.
En ese momento reconoció que durante varios meses estuvo solicitando dinero a Arturo Pérez Beher, actual secretario de Desarrollo Económico de Tijuana, a cambio de no iniciar una campaña de desprestigio en contra de su imagen a través de redes sociales.
En un principio la justicia ordenó que Soto Cortez tendría que pasar encerrado en prisión los sábados y domingos, mientras que de lunes a viernes estaría en libertad condicional, aunque inhabilitado para continuar con sus actividades en redes sociales o cualquier medio de comunicación. Pero, debido a las condiciones generadas tras la llegada de la pandemia del nuevo coronavirus, fue liberado para cumplir su condena en semilibertad. Algunos colegas aseguran que fue obligado a confesarse culpable.
Obviando estos datos polémicos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, «lamenta el homicidio del periodista Mariano Soto Cortés, director del semanario ‘Tijuana sin censura’».
La CNDH insta a las autoridades de Baja California para que «se investigue exhaustivamente este lamentable suceso y se agoten las líneas de investigación relacionadas con la labor informativa del periodista».
Por su parte el gobierno de Tijuana se pronunció oficialmente al reprobar el homicidio del blogger.
Además, el alcalde solicitó a la Fiscalía General de Baja California que se llevara a cabo una investigación ‘puntual y concreta’ de los hechos: «es indispensable para la opinión pública tener claridad de lo que ocurrió e informar a la brevedad todos los índices alrededor de este hecho», señaló.
De acuerdo al registro puntual y documentado del gremio organizado, con este homicidio suman doce asesinatos en el 2020: nueve periodistas, una locutora y dos escoltas.
En lo que va de la actual administración federal suman veintiocho asesinatos: veintidós periodistas, entre ellos una mujer; dos locutores, uno de ellos mujer; un trabajador de prensa; un familiar y dos escoltas.
De 2000 a la fecha, suman 266 asesinatos: 226 periodistas, cuatro locutores; once trabajadores de prensa; doce familiares y nueve amigos de comunicadores; dos civiles, y dos escoltas.
En consecuencia, de 1983 a la fecha, de acuerdo con el monitoreo permanente del gremio periodístico organizado, suman 332 asesinatos, de los cuales han sido víctimas: 288 periodistas; cuatro locutores; once trabajadores de prensa; quince familiares y diez amigos de comunicadores; dos civiles, y dos escoltas, así como veintiocho desapariciones forzadas pendientes de aclaración.
El gremio periodístico organizado de México, constituido por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, Fapermex; Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, Conalipe; Club Primera Plana, y Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap-México, insta a las autoridades de Baja California a que se investigue exhaustivamente este lamentable suceso y se agoten las líneas de investigación relacionadas con la labor informativa del periodista.