Algunas de las más elevadas tasas de impunidad por el asesinato de periodistas pueden atribuirse a los asesinatos perpetrados por grupos radicales islamistas, concluyó el Comité de Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) en la última edición de su Índice Global de Impunidad, que se centra en los países donde asesinan a periodistas y los responsables de tales crímenes continúan impunes.
Por segundo año consecutivo, el país con el peor historial de impunidad fue Somalia, donde el grupo radical islamista al-Shabaab es señalado como el posible autor de la mayoría de los asesinatos de periodistas, y a continuación le siguen Iraq y Siria, donde los miembros del grupo radical Estado Islámico asesinaron a por lo menos seis periodistas el año pasado, informa Elisabeth Witchel.
Los grupos extremistas también han atentado reiterada e impunemente contra los periodistas en Afganistán, Bangladesh, Nigeria y Pakistán, países que aparecen en el índice al menos por segundo año consecutivo.
Al mismo tiempo, la violencia que los grupos criminales y los funcionarios locales perpetraron contra los periodistas permitió que la impunidad se acentuara en América Latina, donde Brasil y México escalaron dos puestos en el índice de este año.
Sri Lanka, donde la violencia contra la prensa ha disminuido desde el cese de un conflicto civil que duró varias décadas, salió de la lista por primera vez desde que el CPJ comenzó a elaborar el índice, en 2008.
El índice de impunidad, publicado cada año para conmemorar el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, el 2 de noviembre, calcula el número de asesinatos no resueltos de periodistas en un período de diez años como un porcentaje en relación con la población de cada país.
Para la edición correspondiente a 2016 el CPJ analizó los asesinatos de periodistas que tuvieron lugar en cada país entre el 1 de septiembre de 2006 y el 31 de agosto de 2016. Únicamente aquellas naciones con cinco o más casos no resueltos en este período fueron incluidas en este índice. Este año, 13 países reunieron los requisitos del índice, en comparación con 14 en la edición previa. Los casos se consideran no resueltos cuando no se han obtenido condenas; los casos en los cuales algunos responsables, aunque no todos, han sido llevados ante la justicia, se clasifican como impunidad parcial y no se cuentan en el índice. Los casos en los cuales las autoridades matan a un sospechoso de asesinato durante la captura también se clasifican como impunidad parcial.
Cuando matan las autoridades
Si bien los grupos extremistas son responsables por el creciente número de ataques contra la prensa, en años reciente no son los únicos que escapan impunes, ni las zonas de conflicto son los únicos lugares donde la impunidad se multiplica.
Filipinas ocupa el cuarto puesto en el índice, una posición garantizada por la ausencia de procesos penales contra los autores materiales de la masacre de Maguindanao, hecho ocurrido en 2009, en la cual 32 periodistas y trabajadores de medios murieron asesinados. Aparte de Filipinas, México y Brasil, los grupos criminales y los funcionarios gubernamentales también son los principales sospechosos del asesinato de periodistas en Rusia e India. Cada uno de esos países, salvo Brasil, ha figurado en el índice desde su inicio.
El CPJ documentó solamente cuatro asesinatos no resueltos en Sri Lanka durante la última década, razón por lo cual este país salió del índice. En un clima político más estable, ningún periodista ha sido asesinado por ejercer la profesión desde que el director de periódicos Lasantha Wickramatunga fue asesinado en 2009. No se ha logrado justicia en ningún caso de asesinato –pese a la promesa del presidente Maithripala Sirisena de volver a investigar antiguos casos de asesinato–, pero el caso de Wickramatunga obtuvo algunos avances este año: el arresto de un sospechoso y la exhumación del cadáver del periodista para hacer una nueva autopsia.
Se reconoce ampliamente que la impunidad es una de las mayores amenazas a la libertad de prensa y la presión internacional para enfrentarla se ha incrementado en los últimos años, ante lo cual los estados, entre ellos algunos de los reincidentes en esta lista, han comenzado a responder. Seis países que integran el índice -Bangladesh, Brasil, Pakistán, Filipinas, Rusia y Somalia- condenaron a autores materiales de asesinatos de periodistas el año pasado, un aumento en comparación con los tres países de la edición anterior.
Rendir cuentas
En otro acontecimiento positivo, una cifra mayor de los países que integran el índice de este año participaron en el mecanismo de rendición de cuentas sobre la impunidad de la UNESCO, que solicita información sobre el estado de las investigaciones de asesinatos de periodistas para el informe bienal sobre seguridad de los periodistas del organismo de las Naciones Unidas. En años anteriores, la mitad de los países del índice había ignorado este proceso. Este año, solamente tres estados de los 13 países del índice -India, Sudán del Sur y Siria- no respondieron.
A continuación se enumeran algunos de los hallazgos obtenidos a partir de los datos del CPJ sobre asesinatos de periodistas:
- Los datos combinados de los 13 países del índice representan el 80 por ciento de los asesinatos no resueltos cometidos en todo el mundo durante el decenio que concluyó el 31 de agosto de 2016.
- Ocho de los 13 países del índice de impunidad han aparecido en la lista cada año desde que el CPJ comenzó a elaborar el análisis anual, en 2008, lo cual indica cuán arraigada está la impunidad en algunos países.
- Pese a sus pobres historiales en la impartición de justicia, cuatro países del índice de impunidad -India, México, Nigeria y Filipinas- integran el consejo de gobierno de la Comunidad de Democracias, una coalición dedicada a la defensa y el fortalecimiento de las normas democráticas.
- En el último decenio, grupos políticos, entre ellos el Estado Islámico y otras organizaciones extremistas, son sospechosos de haber perpetrado más del 40 por ciento de los casos de asesinato. En casi la cuarta parte de los casos del mismo período, se considera que funcionarios gubernamentales y miembros de las fuerzas armadas son los principales sospechosos.
- Aproximadamente el 95 por ciento de las víctimas fueron periodistas locales, la mayoría de ellos dedicados a la cobertura de la política y la corrupción.
- En al menos el 40 por ciento de los casos, las víctimas denunciaron haber recibido amenazas antes de ser asesinados. Raras veces las autoridades investigan las amenazas y en apenas unos cuantos casos proporcionan la protección adecuada.
- En el último decenio, aproximadamente el 30 por ciento de los periodistas asesinados fueron capturados primero, y la mayoría de ellos fueron torturados, lo cual reforzó el mensaje intimidatorio de los asesinos destinado a los medios de prensa.
- En apenas el 3 por ciento del total de casos de asesinatos del decenio, se ha logrado plena justicia, inclusive con el enjuiciamiento de los autores intelectuales.
Índice de países incluidos:
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