Ileana Alamilla[1]
Las situaciones de peligro para los periodistas aumentaron este año en Guatemala.
Hubo hechos muy graves, irreversibles, como el asesinato de cuatro periodistas: Jaime Napoleón Jarquín Duarte, ocurrido en Ciudad Pedro de Alvarado, Jutiapa, el 20 de marzo; Luis Alberto Lemus Ruano, en Jalpatagua, del mismo departamento, el 7 de abril; Luis de Jesús Lima, en Zacapa, el 6 de agosto; y Carlos Alberto Orellana Chávez, en San Bernardino, Suchitepéquez, el 19 de agosto. Ocurrieron más asesinatos aquí que en Honduras, un país de alto riesgo, donde han muerto de forma violenta en el 2013 tres profesionales de la información.
En agosto, en Suchitepéquez, el periodista Fredy Rodas se libró de ser asesinado después de haber sufrido un atentado. Pero además de esos hechos sangrientos hay un factor que preocupa grandemente y es que, en muchos casos, los señalados como agresores fueron autoridades o miembros de las fuerzas de seguridad.
Repudiable fue observar cómo, sin respetar derechos humanos, ni leyes, ni aplicar los protocolos que deben guiar su actuación, miembros de la PNC, en dos ocasiones consecutivas, lanzaron gas pimienta contra los reporteros que intentaban cubrir un hecho noticioso de relevancia nacional. Igual de lamentables fueron las respuestas del ministro de Gobernación.
Las amenazas, agresiones físicas e incluso casos de detención arbitraria e intimidaciones son algunos de los atropellos de los que ha sido objeto el gremio, según registros del Observatorio de los Periodistas, que debió lanzar alertas internacionales en varios casos.
Pobladores, familiares de sindicados, amenazan e intimidan a los periodistas. Un caso grave fue el ocurrido contra Otoniel Esaú Rivera Riva e Irma TziYat, en Alta Verapaz, quienes publicaron en sus respectivos medios sobre la captura de una banda de supuestos violadores, hecho que motivó que personas allegadas a ellos profirieran amenazas de muerte en su contra.
Periodistas engrilletados, otros agredidos, unos más insultados, son hechos que este año tuvimos que reportar ante la opinión pública; han sido 52 los colegas afectados. Guatemala es el departamento que registra, en nuestras bases de datos, el mayor número de casos. En la semana en que se conmemora el Día del Periodista, se conoció de las amenazas en contra del director de elQuetzalteco, César Pérez Méndez, con quien nos solidarizamos.
Este hecho demuestra cómo el diagnóstico que públicamente hemos venido reiterando se está haciendo realidad. México resiente la censura impuesta por los narcos y sus cómplices. Ellos son los que, en algunos lugares, al final han definido qué se puede saber y qué no. Y ahora aquí también se advierte a un medio, en un departamento donde han ocurrido hechos muy trágicos y además es sabida la presencia de criminales, que no publique información, con lo cual, además de crear un entorno de riesgo para el colega y su equipo, también se viola el derecho humano a la información. Aunque este año hubo dos sentencias condenatorias contra violadores de estos derechos, en la mayoría de casos el MP no ha informado si hay avance en las investigaciones.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.