En México, los periodistas, como el resto de la sociedad, se han acostumbrado a oír, ver y leer que el número de agravios a personas trabajadoras de medios de comunicación van en aumento día tras día, tanto en la Ciudad de México, como en las demás entidades federativas, sostuvo la directora ejecutiva de la Casa de los Derechos de Periodistas, Martha Olivia López, al participar en un acto conmemorativo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La ceremonia fue convocada por gremios como el Sitrajor (Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada) y asistieron Juan Carlos Miranda y Erika Duarte; del SUTNOTIMEX, el secretario general Juan Carlos Villarruel; del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, Fernando Olivas; de la Delegación D-III-57 de Radio Educación, el secretario general, Eduardo Cervantes Monroy, TV UNAM; Alejandro Medina y Alejandro Meléndez del grupo #FotoReporterosMx, Casa de los Derechos de Periodistas y medios de comunicación como la revista Contralìnea.
Todos ellos exigieron la localización de la reportera Zoila Edith Márquez Chiu, desaparecida el pasado fin de semana en el estado de Zacatecas, así como el cese al acoso sistemático contra la revista Contralínea, dirigida por Miguel Badillo Cruz, así como hacia sus trabajadores.
López Medellín advirtió que los periodistas de México, “ya perdimos la capacidad de asombro ante los asesinatos, desapariciones, lesiones o amenazas de muerte en contra de colegas. En el mejor de los casos nos lamentamos y agregamos un dígito más a la cifra negra y seguimos nuestra carrera por informar a la sociedad”.
De acuerdo a un seguimiento de medios realizado por la Casa de los Derechos de Periodistas, el número de hechos en que fueron agredidas personas trabajadoras de medios de comunicación de enero a noviembre de este año fueron 124; en cada uno de estos actos recibieron agravios una o más personas trabajadoras de medios de comunicación o personas en su ejercicio de la libertad de expresión, superando las 300.
Las entidades que encabezan la lista son Veracruz, Distrito Federal y Oaxaca. Del mes de marzo a noviembre de 2013 seis hombres periodistas han sido asesinados en los estados de Chihuahua, Puebla, Coahuila, Tamaulipas, Oaxaca y Sonora. Los fallecidos son: Jaime Guadalupe González Domínguez fue asesinado el 3 de marzo en Chihuahua; Alonso de la Colina Noriega, asesinado el 14 de abril de 2013 en el estado de Puebla; Daniel Alejandro Martínez Bazaldúa, el 24 de abril fue asesinado en el estado de Coahuila; Mario Ricardo Chávez Jorge, reportero del periódico El Ciudadano del estado de Tamaulipas. Su cadáver fue encontrado el 26 de junio en un ejido de Raynosa; Alberto López Bello, fue encontrado muerto el 17 de julio en una colonia de la zona poniente de la ciudad de Oaxaca y Alberto Angulo Gerardo, fue asesinado a balazos el 6 de noviembre en el estado de Sinaloa.
Otra página de la impunidad contiene los casos de cuatro profesionales de los que no se ha vuelto a saber nada en todo el año: el 23 de enero desapareció Sergio Landa en el Estado de Veracruz, donde trabajaba en el Diario Cardel; a Juan José García le sucedió lo mismo en el Estado de Chihuahua el 26 de marzo. García trabajaba como técnico de Televisa. Por su parte, Gerardo Padilla Blanquet fue visto por última vez el 30 de abril en Saltillo, Coahuila. Trabajaba como director administrativo del grupo radiofónico Radio Grande de Coahuila y era conductor de noticias en el programa Vivo Radio y Televisión.
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No sé en qué país vives, pero te aseguro que en México es, de verdad, un suicidio para la profesión. Encima está tan mal pagado, que ni les llega para subsistir.
En cuanto a peligrosidad, este es una caso especialmente fuerte: http://periodistas-es.com/jesus-lemus-periodista-honrado-candidato-carcel-18123
La verdad que hay que ser verdaderamente valiente para ejercer tan digna profesión en el hermano país de México. Digo digna cuando se ejerce cumpliendo con la regla de oro del periodista cual debe ser informar con la verdad y sin sesgos de ninguna clase. Es irónico cuando pensamos que en mi patria que acusan de dictatorial, se puede ejercer el periodismo con absoluta seguridad de no correr peligro y se tolera hasta el ejercicio de la misma, por algunos palangristas que lo menos que practican es la verdad en sus informaciones.