ROMANCE DEL DIFERIDO SIMULADO

Lucas León Simón

Su luna de diferido
Dolores tocando viene
por un anfibio sendero
de despidos y de sobres.

El silencio de Luis
huyendo del simulado
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de sobres.

En los picos de la sierra
los genoveses  duermen
guardando las negras nóminas
que cobran todos los meses.

Y los peperos  del agua
levantan por distraerse,
glorietas de sobresueldos  y
sobres de color verde.

*

Su luna de diferido
Dolores tocando viene.
Al verla se ha levantado
el  Groucho que nunca duerme.

Y Cantinflas el mejicano
lleno de lenguas celestes,
mira a la Cospe tocando
un despido diferente.

Niña, deja que levante
tu despido  para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de ese sobre.

Dolores  tira el despido
y corre sin detenerse.
El diferido simulado la persigue,
como una espada caliente.

Frunce su rumor el mar.
Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de Génova
y el liso gong de la nieve.

¡Dolores, corre, Dolores,
que te coge el sobre verde!
¡Dolores, corre, Dolores!
¡Míralo por donde viene!

Bárcenas de cuentas suizas
con sus ceros relucientes.

*

Dolores, diferido, Dolores,
entra en la casa que tienen,
en el cruce la Gran Vía
los peperos de los sobres.

Asustados por los gritos
tres cifuenteros  vienen,
sus negras porras ceñidas
y los cascos en las sienes.

El gorila  da a la pepera
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Dolores no se bebe.

Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquel gerente,
en las tejas de Luis
el sobre,  furioso, muerde.

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