El Gobierno de Suecia ha anunciado que se opone a la renovación del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos. La declaración sostiene que Suecia «entiende que el mandato propuesto no responde a las exigencias del Derecho Internacional».
Esta decisión no es nueva, ya que reafirma la que adoptó en 2011 y recuerda su apoyo a la autodeterminación del Sahara de acuerdo con las disposiciones de Naciones Unidas, y a que el Frente Polisario debe dar su consentimiento previo para cualquier acuerdo relativo a la explotación económica de los recursos del territorio.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminará sobre la validez del acuerdo pesquero el 27 de febrero, tras haberse conocido que el abogado general del TJUE, Melchior Wathelet, aseguró que el acuerdo «no es válido» por aplicarse al Sáhara occidental y a las aguas adyacentes. El protocolo de pesca vence en julio, y permite la presencia de 26 buques de la Unión Europea, la mayoría, españoles.
Precisamente el jueves 15 se celebró en el Congreso la jornada ‘Sáhara Occidental: de la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo a la responsabilidad internacional’. El acto estaba organizado por el Intergrupo parlamentario del Sáhara, con la colaboración de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS) y delegación saharaui de España.
Hubo dos bloques dedicados a la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el genocidio en el Sáhara Occidental de 2015, y el fallo del TJUE de 2017 que señala que el Sáhara Occidental no pertenece a Marruecos, y por tanto, este país no puede explotar y exportar los recursos naturales del Sáhara sin su consentimiento.
La jornada contó con las ponencias de Eloísa González Hidalgo (doctora en Derecho Internacional y coautora de las investigaciones ‘Verdad, justicia y reparación en el Sáhara Occidental’), Juan Soroeta (profesor titular de Derecho Internacional Público en la Universidad del País Vasco y presidente de la Asociación Internacional para la Observación de los DDHH) y Gilles Devers (abogado francés que representó al Frente Polisario ante el TJUE).
En el acto también estaban presentes la delegada de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en España, Jira Boulahi Bad y el presidente de CEAS-Sáhara, José Taboada, además de diputados de varios grupos parlamentarios,
Censura en el SIEL de Casablanca
Por otra parte, en el Salón Internacional de la Edición y el Libro (SIEL) de Casablanca, que se celebra desde el pasado día 8 hasta el 18 de febrero, se censuraron 25 títulos del total de 125.000 que se exhiben en esta 24 edición, la mayoría de ellos por incluir el mapa del Sáhara Occidental separado de Marruecos.
El director del Departamento del Libro en el Ministerio de Comunicación y Cultura, Hasán Uazani, explicó que «la mayor parte» de los libros retirados lo fueron por llevar un mapa «cortado» de Marruecos, -es decir que separa el territorio del Sahara del de Marruecos-.
El libro que más polémica creó fue un ensayo editado en Egipto –país invitado en esta edición– sobre la historia de África, ‘Dar al Kotob wa al-wataiq al-qawmiya fi Misr’, por llevar en su portada un mapa del continente con el territorio del Sáhara con la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Las autoridades marroquíes censuran todo tipo de mapas, revistas o libros que contengan ilustraciones donde aparezca el Sáhara Occidental separado de Marruecos.
Después de la explicaciones efectuadas y la retirada de los ejemplares, el Ministerio de Cultura y Comunicación negó que ese libro egipcio, y otros, se hubieran expuesto en la SIEL y cargó contra los periodistas y medios marroquíes que publicaron la noticia de la censura de las obras, señalando que los periodistas «deben corroborar los datos antes de publicarlos, de acuerdo con el Código de Prensa».
