Si no tienes papeles… mantente sano

La teoría a veces se distancia mucho de la práctica, de la realidad. Estamos oyendo todo el tiempo de los problemas que están teniendo los inmigrantes en nuestro país si caen enfermos y no tienen papeles. Muchos de ellos evitan ir al médico con lo que esto supone para su propia salud, pero en algunas ocasiones no lo pueden evitar. La ambulancia, cumpliendo son su obligación, lleva al enfermo al hospital y este es el caso que he vivido el pasado fin de semana.

Creo que con sólo contar la historia vale de ejemplo. Yo no lo podía creer, pero era verdad. La realidad superaba a las informaciones que leemos en la prensa.

Paso a contarlo:

Reunión en Peñíscola, 250 mujeres reunidas en un Congreso y de repente aparecen dos ambulancias, una detrás de otra. Una de las mujeres ha tenido un fallo cardiaco y es atendida con mucha profesionalidad. Logran estabilizarla y se la llevan al hospital más cercano, el que está en la ciudad de Vinaroz. Hasta aquí todo correcto, pero a partir de ese momento empiezan los problemas.

La enferma es una mujer extranjera en situación irregular. Cuando, como miembro de la organización del congreso, llego al hospital y pregunto dónde está y cómo está, la respuesta es: “No tiene tarjeta de la Seguridad Social”.

¡Bonita información!, pero poco relevante en ese momento. Hasta que alguien no se haga cargo del pago de la factura que generará la urgencia, no es atendida. Prueba de ello es que hasta ese momento, en que me hago responsable, no tramitan la documentación para atenderla.

Toda una noche esperando los resultados, ya que los análisis no eran buenos y tardó en estabilizarse. Cuando por fin recibe su alta, problema de nuevo. A pesar de que necesita el informe para ir a su médico cuando llegue a su ciudad, no es posible abonar la factura. Estamos en sábado y no hay administración, por lo cual no se puede hacer la factura, con lo que tampoco se puede pagar y “por consiguiente” no se va a entregar el informe.

Y así queda todo pendiente. Hasta tanto no se justifique el pago, no hay informe que valga. Bonito país tenemos, en el que las personas son el último eslabón de la cadena.

Hemos traspasado todas las rayas rojas que se podían pasar: la educación, la sanidad, las pensiones. Todo queda tocado ante el problema del déficit. Hasta cambiaron la Constitución en una tarde para asegurar que lo último en atender serían las personas. Primero hay que cumplir con la deuda, esto es, con la Banca.

Creo que se nos espera en alguna de las mareas, en este caso la blanca, donde podamos reivindicar que el Estado del Bienestar que tanto tiempo nos costó conseguir no puede desaparecer por la avidez de unos mercados y de unos especuladores que nos amenazan con todos los males posibles.

“Si no tienes papeles… mantente sano”

Con o sin papeles, el último recurso que nos queda es sumarnos a las mareas y cantar con Paco Ibáñez a Gabriel Celaya: ¡A la calle, que ya es hora…”