Por Itsmania Pineda Platero
Se encontró cuerpo en estado de coma tirado en un basurero del tercer mundo
Logre acercarme a él y en lapso de un segundo me dijo, “Ahora tengo miedo incluso de beber agua”, pregunté, “¿Pero por qué estabas bien hasta ahora cuando tomabas agua? Y hasta hoy has estado bebiendo agua sin coger la disentería, ¿verdad?»
Pensó en ello seriamente un instante y me contestó: “Olvidé algo muy importante: que estamos viviendo. Que poseo las funciones necesarias para mantenerme con vida: el poder de resistir, la habilidad para protegerme a mí mismo.
Luego calló para no levantarse más, su corazón late lentamente, casi siento su respiración.
No tiene nombre, nadie le puso, no tiene derechos, a nadie le interesoó, pasó al hospital estatal ingresado como desconocido, y aun teniendo sus huellas intactas era solo un cuerpo. Al final de cuentas la dactiloscopia responde a un derecho humano, identificar a un muerto o a un ser humano que aunque no responda, tenga vida y da dignidad al muerto, una esperanza al vivo y roba una sonrisa al que lleva alivio.
Según Nahum Ortiz, fundador del Observatorio sobre Drogas de Honduras”, según la sensibilidad humana del llamado Tercer Mundo es más proclive al que sufre ya que se mira a sí mismo en su horizonte por la falta de atención médica, medicina, pobreza de todo tipo… Eso significa mucho para mí, porque en esa persona se refleja las escena de nuestras vidas… y la miseria humana en que vivimos los hondureños.
Para Carlos Medina, experto analista hondureño, este tema es un reflejo de la crisis en salud , el colapso inminente de las estructuras del Estado. Por lo pronto trato de sobrevivir, dependo de los demas, me imagino que desconectara la máquina, solo sería evadir lo que está ya dispuesto hacer para mí.
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