La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y sus sindicatos afiliados en España han recibido con satisfacción el nuevo impuesto sobre los gigantes digitales, que pagan poco o directamente ningún impuesto en el país, y han pedido al gobierno que utilice parte de este fondo para apoyar el periodismo de servicio público.
La llamada «tasa Google» es similar a los impuestos ya aplicados en otros países europeos como Alemania, Francia o Bélgica, que imponen gravámenes a los agregadores de Internet por enlazar a contenidos de medios de comunicación que están protegidos por derechos de propiedad intelectual.
Este nuevo impuesto, aprobado por el Gobierno español en febrero de 2020, afecta a multinacionales digitales con una recaudación global superior a 750 millones de euros y unos ingresos de más de tres millones de euros solo en España.
De acuerdo con las previsiones del Gobierno español, la «tasa Google» generará unos 968 millones de euros. Estas ganancias serán utilizadas para apoyar a los sectores más golpeados por la pandemia.
Las actividades económicas de Google y otros gigantes de la tecnología a menudo no se gravan o están sujetas a sistemas fiscales débiles, lo que daña gravemente los puestos de trabajo y a las empresas.
Si bien la FIP acoge con satisfacción la iniciativa española -y hace un llamamiento a otros países para que graven a los gigantes tecnológicos-, la Federación y sus afiliados españoles instan al Gobierno a reconocer que los periodistas y los medios de comunicación son los más afectados por Google y Facebook.
Estas empresas han construido una fortuna gracias a la explotación gratuita de los contenidos de los medios de comunicación y a la captación de los ingresos publicitarios generados por el trabajo de los periodistas.
Por tanto, indica, resulta justo que una parte de los ingresos generados por el nuevo impuesto se destine al apoyo del periodismo.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, señala que «el mundo está enfrentando una crisis económica, sanitaria y ambiental de forma simultánea, y el debate para conseguir un sistema de impuestos justo no puede seguir posponiéndose. Celebramos los esfuerzos de España para gravar a los grandes operadores digitales, pero es esencial que una parte de esas ganancias sea destinada a los/as periodistas y el sector de los medios de comunicación».
La Asociación de Periodistas de FSC-CCOO indica que los medios de comunicación y los periodistas se han visto «seriamente afectados por la crisis de la pandemia de Covid-19» e instó al Gobierno para «usar una parte de los fondos recolectados para apoyar al periodismo de servicio público».
El presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, dijo que «la entrada en vigor en España de la ‘tasa Google’ es una extraordinaria oportunidad para que parte de los ingresos que el Gobierno obtenga sean destinados a los periodistas y a los medios por ser los poseedores de los derechos de autor de los contenidos que usan las grandes plataformas tecnológicas para hacer negocio. Sería una manera de ayudar a que el periodismo se mantenga como un servicio público esencial».
Desde la Agrupación de Periodistas de UGT se mostraron a favor de la aplicación de estos impuestos, tanto a Google como la tasa Tobin, para que, en el caso de Google, «paguen en cada estado de Unión Europea una tasa proporcional a lo que ingresan y no una ridícula cantidad como hasta ahora venía haciendo la multinacional norteamericana. Con la Tasa Tobin se pone por fin, aunque de forma tibia, un impuesto a las transacciones internacionales para que contribuyan para la mejora de los servicios sociales en cada país».
Por su parte, Agustín Yanel, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), dijo que «apoyamos la implantación en España del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD), conocido como ‘tasa Google’, porque es de justicia que las grandes empresas multinacionales paguen sus impuestos en los países donde los obtienen, como todos los contribuyentes. Esas grandes empresas tecnológicas obtienen ingresos millonarios gracias a los medios de comunicación, de cuyas informaciones son autores los y las periodistas, por lo que ese impuesto debe servir para ayudar al sector periodístico, gravemente uno afectado por la pandemia en España».