La pianista armenia Sofía Melikian ha presentado en La Quinta de Mahler (Madrid) el disco Women (Mujeres), editado por IBS classical.
Acompañándola en la presentación estuvieron la periodista Eva Sandoval (Radio clásica), Jorge Fernández Guerra, compositor y ensayista, y Paco Moya, fundador y director de IBS Classical, y entre los tres desgranaron las claves y los porqués del repertorio elegido para la grabación del disco así titulado, Women.
Según Fernández Guerra, todo comenzó por iniciativa del Ayuntamiento de Madrid que le instó “con muy poco dinero” a elegir músicas y compositoras de cualquier país para un programa que se desarrollaría en el Patio de Cristales del Palacio de Cibeles y que culminó con la grabación de este disco. Hasta entonces, él sólo conocía de Armenia a Charles Aznavour, Elia Kazan y poco más, pero cuando dio en investigar la música armenia compuesta por mujeres, se encontró con la enorme sorpresa de las joyas rarísimas y preciosas que componen una gran parte del repertorio de este disco. A ellas se unieron pronto los hallazgos de otras mujeres en otras latitudes (Rusia, Venezuela), a las que él no dudó en llamar en conjunto ”Mujeres en las costuras de la historia”.
Pues bien, dichas compositoras son las que figuran en este disco de Sofya Melikyan y son: la rusa Sofia Gubajdulina (Sonata), la armenia Geghuni Chitchyan (Armenian Bas-Reliefs), la finesa Kaija Saariaho (Preludio) y la venezolana Raquel Quiaro (Cluster Suite).
Paco Moya, por su parte, contó cómo a veces durante la grabación del cd, se tuvo que poner él al piano, al ser la forma de tocar de Sofya Melikyan tan peculiar: metiendo los dedos de las manos en las tripas mismas del piano (las cuerdas) a la manera armenia, a fin de cortar el sonido en seco cuando la música así lo exigía, que no le bastaba con sus dos manos para silenciar y al mismo tiempo seguir tocando… Durante la presentación, tuvimos ocasión de apreciar este virtuosismo de Sofya con varias de las piezas de su disco.
Sofía Melikian nace en Ereván (Armenia), en1978, y con diez años llega a España por razones del trabajo de su padre. Aquí se forma en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, si bien por su vocación, “de España amaba antes de llegar aquí a Albéniz, Falla, Granados, Mompou… y El Quijote”, cuya lectura era obligada en la educación rusa de su Armenia natal. Ganadora de numerosos premios en concursos internacionales, su mayor acercamiento a lo “explorativo” en piano le llegó al conocer a Edgar, su marido, músico de jazz, en Nueva York, donde residen gran parte del tiempo. Es madre de dos niños.