Jean Libon y sus colaboradores, autores de la formidable serie «Striptease[1]» difundida en la televisión belga y francesa durante veinte años desde 1990, vuelven ahora con «Striptease integral» al formato cinematográfico, tras sus anteriores incursiones con «Ni jueza ni sumisa» (2017[2]), y con «Poulet, frites» en 2022.
Cinco historias cortas e inéditas, coordinadas por Jean Libon, y filmadas por sus colegas: Yves Hinant, Clementine Bisiaux, Regine Dubois, Stephanie De Smedt y Mathilde Blanc, componen esta película documental fiel al espíritu y a la letra de tan legendaria serie, que los que tenemos ya cierta edad conocimos y seguimos echando de menos.
«El olor de la gasolina» de Stephanie de Smedt sigue en directo los desplazamientos en Dubai de Cassi, una «influenciadora» belga en youtube, patética y superficial juventud atraída por lo que brilla en un mundo tan absurdo como artificial, injusto y carente de sentido.
«Espejo, mi bonito espejo» de Regine Dubois nos lleva al teatro off de Aviñón, con su marabunta de espectáculos y la actividad de Coline, una intérprete de stand up con un espectáculo sobre las mujeres de cierta edad que nuestra sociedad de consumo transforma en seres invisibles. Sus dificultades y peripecias múltiples en una exigua sala de espectáculos, vienen a ser la otra cara de la moneda en tan prestigioso festival de teatro.
«Zero dechet», de Clementine Bisiaux, nos introduce en el seno de una familia hiper católica en Bélgica, obsesionada por la ecología y las teorías del «cero desperdicios». El tema de la ecología llevado a sus últimas consecuencias se entrelaza con su radicalidad humana y religiosa, pero sin ridiculizar a sus personajes.
En «Los antecedentes familiares», Mathilde Blanc aborda con mucho humor las reacciones y reflexiones de un hombre hipocondriaco, que mantiene una tierna y cómplice relación con su esposa. Una especie de terapia familiar en busca de posibles enfermedades entre sus antepasados. En mi opinión el más logrado de los cinco episodios, y el que obtendrá mayor consenso de los espectadores.
Y como contrapunto inmediato del humor, la más impactante de estas cinco historias: «Bidoche» de Yves Hinant, que podemos traducir como «Carnaza» en donde con un largo plano secuencia asistimos a la autopsia practicada sobre un cadáver masculino por un médico forense. La risa del espectador provocada poco antes, se ve aquí helada por la fría biopsia del cuerpo humano en directo.
El grupo de Jean Libon ha creado su propio estilo en el género documental, con esas pequeñas historias de la vida real, de una duración de quince minutos por término medio, filmadas como cine en directo, pero logrando la impresión de que las personas filmadas en su vida cotidiana han olvidado la presencia de la cámara.
La magia del montaje les permite luego dar forma a su punto de vista sarcástico según las intervenciones de sus personajes, pues de ese rodaje en directo previamente preparado, los autores guardan momentos escogidos aun si son abundantes los planos secuencias.
No se trata pues de una ficción, sino de un documental de creación en el que la opción es siempre la puesta en situación y no la puesta en escena, con un esmerado trabajo de preparación previo al rodaje.
No hay tampoco actores profesionales, sino los personajes reales cuyo carisma o personalidad supera a menudo en calidad al trabajo de un actor.
El festival de San Sebastián en 2017 dio su premio de interpretación femenina a Anne Gruwez magnifico personaje real de «Ni jueza, ni sumisa».
El estilo documental de Libon cuestiona en efecto, sobre la frontera permeable que separa a menudo la ficción del documental.
El resultado es un humor caustico que no deja a nadie indiferente. Las mismas situaciones provocan reacciones antagónicas, según la sensibilidad del espectador.
Los relatos que hacen reír, reflejan al mismo tiempo un sutil análisis de esta sociedad absurda. En francés existe la expresión «rire jaune» que resume bien la trampa tendida al espectador por los autores de Striptease. Reír a disgusto, provocar risas forzadas, reír sin ganas o a pesar suyo, son las traducciones posibles.
No todos los espectadores se ríen de lo mismo y habrá quien también se sentirá molesto ante ese humor crudo y devastador, capaz de desnudar y de hacer la autopsia del alma humana al mismo tiempo que filmar una autopsia real, efectuada por un médico forense.
Almas sensibles abstenerse: Impresionante y último capítulo seguido por la actuación de un travesti que se quita la peluca, con la misma destreza como el forense arrancaba poco antes el cuero cabelludo del cadáver.
Personalmente admiro y me río de buena gana con ese humor belga caustico, patético, descarnado, lindando con lo grotesco, que en nuestra querida España tiene sus raíces en el esperpento Valleinclanesco y en las pinturas negras de Francisco de Goya. En Bélgica encontrarán el eco de esa estética en los magníficos cuadros de James Ensor.
Pues lo dicho, mi aplauso y larga vida a Striptease. Si miran el tráiler… La música muy reconocible es la que siempre acompañó antaño la serie televisiva.
- La difusión de la serie cesó en el 2000 en la TV belga RTBF y en Francia fue difundida hasta el 2012 en FR3, canal de la televisión pública.
- «Ni jueza ni sumisa» Premio a la mejor actriz para Anne Gruwez. Y Cesar al mejor documental en Francia para Jean Libon e Yves Hinant
- «Striptease integral». Se estrenó en Francia el 12 de febrero 2025
