A partir del próximo 6 de septiembre de 2013, y para espectadores con ganas de poner a prueba su capacidad de resistencia a lo inaguantable, Tu eres el siguiente, película de las que “muere hasta el apuntador”, sinceramente desaconsejada para niños y adolescentes, y para adultos con el corazón sensible.
Porque no es fácil enfrentarse al exterminio de todas las personas de la familia Davidson, incluso las personas “políticas”, en un aparente sinsentido lleno de sangre que salpica el techo.
En una historia que también podría titularse “adivina quien viene a cenar y tiembla”, y en una aislada segunda residencia situada en un bosque –si no estuviera aislada habría resultado mucho más difícil hilvanar esta historia-, los padres, cuatro hijos y sus parejas, se sientan en torno a una mesa para celebrar se supone que pacíficamente el 35 aniversario de la boda de los padres; lo que impide la aparición de tres individuos enmascarados, ocultos tras caretas de animales y armados con hachas y otra serie de objetos contundentes, que van a ir matando cruelmente uno a uno a los Davidson, y a los que al final se enfrentará solamente la novia del primogénito (Sharni Vinson, australiana, 40 años, ex modelo, muy atractiva y conocida por su protagonismo en un folletín teevisivo) , que en la narración comienza como “pasota” educada en un campamento de supervivientes entrenada en defensa personal y otras artes de vivir, y termina siendo la única capaz también de poner su grano de arena a la hora de eliminar a los verdugos enmascarados.
Adam Wingard, realizador, ha conseguido dar a la película el clima de terror que necesita la historia escrita por Simon Barrett (ambos han colaborado en otras películas presentadas en el Festival de Cine de Terror de Sitges), entiendo que en clave de humor negro aunque lo cierto es que no consigue hacer reír lo suficiente a medida que el número de cadáveres aumenta, cada uno más espeluznante que el anterior; una culpa achacable en gran parte a los actores – Nicholas Tucci, Wendy Glenn, Sarah Myers, Rob Moran, Barbara Crampton…-, que no dan la talla: o sobreactúan o simplemente no convencen cuando actúan.
