Recibimos la jornada con el entusiasmo que se merece. Estamos preparados. Nos hemos de preocupar con energía sobre lo que acontecerá y teniendo en cuenta los hechos que auténticamente nos reportan sintonía y alegría.
Nos tenemos que convencer de lo que es verdaderamente importante. No perdamos el tiempo con lo fútil. No nos ocupemos de lo que es accesorio. Los problemas esenciales tienen que ver con la salud, si falta, y con la ausencia de relaciones nobles. Hemos de prodigarnos en la bondad y en la cooperación cuanto podamos.
Busquemos el equilibrio. Nada de excesos, por favor. En verdad, la virtud existe, aunque tampoco nos debemos obsesionar. Los acontecimientos venideros nos aportarán mucho ímpetu y consuelo para seguir adelante. No nos dejemos vencer.
Besemos y abracemos con sinceridad. Que no sea tan solo un consejo. Vigilemos las morales de las posturas cotidianas y aprovechemos lo que nos venga dado en positivo, sin fanatismos, así como disfrutemos de aquello que procuremos sin altivez y sin dobles intenciones. Seamos sencillos.
Planifiquemos, pero únicamente para tener un colchón y una hoja de ruta. No perdamos el tiempo en lo que no aparecerá. La mayoría de los desasosiegos anticipados no suceden. Abordemos los cimientos con constancia y pureza. Representamos a una gran especie. No defraudemos las expectativas.