Una solución pacífica para Siria

Hace pocas semanas, los niños y niñas de esta imagen fueron asesinados con gases venenosos mientras dormían, pero parece que el mundo les ha olvidado para estancarse en un debate que sólo contempla dos opciones: un ataque militar de Estados Unidos o quedarse de brazos cruzados. Pero hay un destello de esperanza hacia una salida pacífica para frenar estas matanzas, escribe Alice Jay* (Avaaz).

niños-gaseados-siria Una solución pacífica para Siria
Hace pocas semanas, los niños de esta imagen murieron al ser atacados con gases tóxicos mientras dormían.

Esta sangrienta guerra en Siria ha sido alimentada por la rivalidad entre Irán, principal apoyo del régimen de Al-Assad, y Estados Unidos junto con sus aliados. Pero el perverso ataque químico ha alterado los discursos de ambos. Rouhani, el nuevo presidente iraní de corte más moderado, condenó públicamente esta masacre, y Obama ha dicho que trabajaría “con quien fuese” para resolver el conflicto. Apelemos urgentemente a ambos jefes de gobierno para que se sienten a dialogar y reúnan a las distintas partes del conflicto antes de que se pierdan más vidas.

Justo en estos momentos, tambores de guerra retumban sobre Siria. Pero si somos suficientes los que alzamos nuestras voces ahora, podemos lograr que Obama y Rouhani se den cuenta de que lo que el mundo quiere es una diplomacia valiente que ponga fin a la pesadilla que aterroriza a miles de niños y niñas sirios bajo la amenaza de nuevos ataques de gas.

No hay tiempo que perder. El conflicto en Siria ya se ha convertido en una de las guerras más brutales de nuestra generación, y el reciente ataque químico es el peor del que hemos sido testigos en los últimos 25 años. El mundo tiene la responsabilidad de proteger al pueblo sirio del exterminio, pero durante los últimos dos años, la respuesta de la comunidad internacional ha entrado en un vergonzoso punto muerto, dejando abandonadas a las víctimas inocentes. Ahora, a pesar de la abrumadora evidencia que indica que el ataque fue perpetrado por las fuerzas de Al-Assad, sus partidarios han sembrado dudas al respecto, y el mundo se está mostrando inseguro ante la posibilidad de lanzar una acción humanitaria, receloso de la posibilidad de una nueva guerra. La apertura de un diálogo entre Irán y Estados Unidos nos brindaría una nueva oportunidad para frenar el baño de sangre.

Siempre habíamos pensado que Estados Unidos jamás accedería a entablar conversaciones con Irán, y que Irán nunca ayudaría a EE.UU. a solucionar la crisis siria, pero hay hechos que apuntan hacia la esperanza y el cambio. A pesar de que Obama podría lanzar ataques, no cuenta con el apoyo que necesita para librar una guerra sostenida, y está tratando de encontrar una salida de largo plazo. Además ya hay 130 congresistas pidiéndole a Obama que hable con Irán. Un apoyo global masivo a esta maniobra diplomática en este preciso momento podría empujar a Obama al diálogo.

Ahmadinejad, el anterior Presidente de Irán, gastó miles de millones de dólares en proporcionar armas y efectivo al régimen de Al-Assad, pero el nuevo Presidente Rouhani fue recientemente elegido con el mandato de tender puentes con occidente y se muestra favorable a un acuerdo político con la oposición siria. El ataque químico está erosionando el apoyo público iraní a Al-Assad, y haciendo revivir dolorosos recuerdos acerca de los ataques de gas que ellos mismos sufrieron a manos de Iraq. Fuentes internas afirman que se está generando presión para que se reconsidere el apoyo de Irán a Al-Assad. Éste puede ser el momento decisivo para invitar a Rouhani a sentarse en la mesa negociadora.

Las negociaciones con Irán no acabarán con el horror de la noche a la mañana, pero no existe salida fácil ni rápida a este conflicto. Lo que ahora necesitamos urgentemente es abrir un camino que frene la matanza de niños inocentes y consiga unirnos, en vez de alejarnos cada vez más.

En Ginebra ya hay sobre la mesa un plan para comenzar un proceso de paz en Siria, pero ésta puede ser la primera vez en la que podríamos ver la voluntad política necesaria para obviar las diferencias y sentarse a hablar. Irán es el único país en el mundo que cuenta con la suficiente influencia sobre Siria como para sentar a Al-Assad a negociar. Rusia, otro aliado clave de Assad, ya ha mostrado su disposición a formar parte de la mesa y Estados Unidos, junto con sus aliados del Medio Oriente, puede lograr que la oposición se una también.

Tuvimos que padecer el horror de la Segunda Guerra Mundial para construir las Naciones Unidas y suscribir la Declaración de los Derechos Humanos. Quizás el horror de Siria consiga que EE.UU. e Irán, bajo Presidentes moderados, superen sus históricas diferencias y construyan la base para una paz duradera para Siria y para toda la región, y que repercuta en cuestiones globales que abarcan desde la proliferación de las armas nucleares hasta la paz entre Israel y Palestina. Nuestra comunidad ha apoyado a la población siria desde el principio. Ahora nos necesitan más que nunca. Demos lo mejor de nosotros mismos.

Únete ahora a esta urgente llamada y cuando reunamos un millón de firmas, le entregaremos la petición directamente a ambos Presidentes:

www.avaaz.org/es/solution_for_syria

*Alice, Luis, Ian, Emily, Bissan, Antonia, Ricken, Lisa, Mais y todo el equipo de Avaaz

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