Existen acontecimientos históricos que son y serán controversiales. Los antiestadounidenses aseguran que lo de la llegada del hombre a la Luna no fue más que un montaje en uno de los estudios cinematográficos de Estados Unidos. El cuestionamiento del referido hecho no va más allá de la negación, pues sus detractores no han mostrado argumentos que sean medianamente creíbles.
En Venezuela, algunas personas sostienen, sin ningún fundamento sólido, que el célebre escritor Rómulo Gallegos no fue el autor de Doña Bárbara. ¿Entonces, quién la escribió?
Pero el más polémico, sin dudas, es la llegada de los españoles a América. De este tema he escrito en muchas ocasiones; pero hoy, que es 12 de octubre, no quiero dejar pasar inadvertida la oportunidad de volver sobre él, no con la intención de convencer a los que niegan el descubrimiento, sino de dar mi opinión, una vez más, desprovista de cualquier rasgo político-partidista, pues solo soy periodista y columnista.
Antes de entrar en materia, pido disculpas a los lectores de este importante medio de comunicación por los dos sábados que he estado ausente, motivado por razones ajenas a mi voluntad de aportar, para su mejor uso, del lenguaje oral y escrito, y aunque el tema no es eminentemente lingüístico, es prudente aclarar las dudas que aún subsisten.
La energía eléctrica y la Internet en el municipio en el que habito, impiden el desarrollo normal de las actividades cotidianas, en mi caso escribir notas de prensa, artículos y enviarlos a los medios para su respectiva publicación.
En mis tiempos de estudiante de Educación Primaria y Secundaria, al 12 de octubre de 1492 se le conocía como Descubrimiento, Encuentro de dos Mundos o Día de la Raza. Con el transcurrir del tiempo y de acuerdo con la orientación política de los gobiernos de turno, ha recibido otras denominaciones. Actualmente, en Venezuela se le conoce como Día de la Resistencia Indígena, con la intención de ponderar la lucha de los aborígenes en contra del arribo de Cristóbal Colón a nuestro continente, lo cual no es condenable. Por cierto, tampoco se tiene claro el lugar de nacimiento del navegante, otro tema polémico.
Ahora, los detractores del Descubrimiento utilizan un argumento que a todas las luces no es el más adecuado para negarlo. Se dice que América no fue descubierta porque ya existía, lo cual es cierto; pero la llegada de los españoles desveló una realidad desconocida hasta ese entonces, y sobre ese hecho no hay dudas de que lo ocurrido fue realmente un descubrimiento, pues solo se descubre lo que existe.
Es prudente recalcar que la única condición para descubrir algo, es que ese algo exista, como cuando en los medios de comunicación se dice que “la policía descubrió a los asaltantes del banco”, o que “fue descubierto un nuevo talento en la música clásica”. Para que ambos hechos hubiesen sido posibles, debieron de existir los delincuentes y el nuevo talento.
Ahora que el Descubrimiento dio pie para violaciones, robo, desolación y muertes, también es verdad; pero desde el punto de vista del hecho en sí, no debe haber dudas de lo que ocurrió fue un descubrimiento, que para bien o para mal, sirvió para abrir las puertas de un territorio desconocido, hoy día fundamental para el desarrollo de la humanidad. Las violaciones, robos, desolación y muertes no vinieron con él, sino con la Conquista, y estos son dos procesos históricos diferentes, aunque hermanados por muchos factores.
Lo curioso es que los “enemigos del Descubrimiento” solo se limitan a cuestionar el hecho; pero no se oponen a las bondades que este implica. Hasta ahora, por lo menos en Venezuela, nadie ha alzado la voz para solicitar que sea eliminada la celebración del citado acontecimiento, que eso sí sería una acción admirable, valiente e imbuida en un sentido patriota, venezolanista y destinado a ponderar la lucha de nuestros primeros pobladores.
A riesgo de ser tildado de apátrida, antivenezolano u otro calificativo despectivo, no tengo dudas de que lo ocurrido el 12 de octubre de 1492 fue un descubrimiento, que por posiciones políticas o de otra índole no podrá negarse. ¡Póngale el nombre que quieran; pero no dejará de ser descubrimiento!
Gracias por ese importante aporte a la historia y al idioma español.
Muy buen artículo, coincido totalmente con su contenido.
Excelente aclaratoria, profesor.
Buenisima esta aclaratoria para todos y en especial para el sector educativo, para que se defienda con gran propiedad, a raíz de este escrito, el «Descubrimiento de América » como siempre se llamó, solo que ahora se les antojó de colocarle el día de la Resistencia Indígena, por resaltar la lucha de los indígenas de oponerse a la colonización, pero el hecho es que fueron descubierto, y así se debe reconocer. Agradecimiento para este medio, que nos permite aclarar y afianzar conceptos, en esta ocasión, el tema muy controversial por cierto, por el cambio de nombre a este acontecimiento histórico.