El virus Epstein-Barr (VEB) es un herpes-virus humano que ha sido identificado como agente etiológico de la mononucleosis infecciosa, una enfermedad linfoproliferativa en personas que presentan un sistema inmunológico bajo (inmunocompetente) pero es de curso benigno. Este herpes-virus cuyo único huésped es el hombre, al que infecta por vía orofaríngea cursa con una infección generalmente es asintomática aunque algunos pacientes padecen fiebre, adenopatías, esplenomegalia y amigdalitis.
El diagnóstico de la infección aguda suele ser serológico, aunque el virus también puede detectarse en los tejidos mediante inmunohistoquímica o por técnicas de biología molecular. Habitualmente la infección por el VEB produce una alteración leve y autolimitada de las transaminasas (AST y ALT), por lo que no suele precisarse una biopsia hepática, y solo en el 5% causa una hepatitis aguda colestásica (HAC).
La infección por el virus Epstein-Barr se adquiere por vía orofaríngea por eso se denomina popularmente «enfermedad del beso» dado que es donde se disemina a través del sitema linforreticular estimulando la inmunidad celular y humoral. Aunque en casi todos los pacientes es asintomática, cierto es que se puede notar cansancio, alguna infección bucofaríngea con recidivas y fiebre. En otros casos el paciente refiere molestias abdominales, adenopatías y el hígado puede estar inflamado (hepatoesplenomegalia). Es posible que exista cierta toxicidad porque el enfermo se automedique con esos síntomas con la mezcla de ibuprofeno, paracetamol y otros analgésicos.
En algunos estudios se ha asociado también el VEB con la enfermedad periodontal y con posibles mecanismos a través del cual existan interacciones virus-bacteria del paciente que activan los procesos de destrucción periodontal. La periodontitis es una infección en donde participan complejos bacterianos y se manifiestan por la perdida de tejidos de soporte del diente, por ello, la coexistencia del cirus herpes, bacterias periodontopatogénicas y la respuesta inmune son factores importantes a la hora de tener en cuenta la evolución de la enfermedad.
La posibilidad de que el síndrome de mononucleosis infecciosa pueda ser provocado por la primoinfección por VIH ha reducido las implicancias benignas tradicionalmente asociadas a este síndrome y el desarrollo de los métodos de laboratorio ha posibilitado mejorar las capacidades diagnósticas y definir causas precisas e infrecuentes en este síndrome. El curso de la enfermedad irá evolucionando en algunos pacientes durante días, semanas o meses, de acuerdo con la etiología de la enfermedad y la serología IgA, IgG e IgM así como el diagnóstico en el estudio histológico ganglionar del paciente dado que no en todos cursa igual ni tampoco se desarrolla de la misma manera.
Si nota varios síntomas a la vez, un cansancio extremo y sobre todo, no se encuentra bien, acuda al servicio de urgencias para determinar si padece la enfermedad del beso; no es grave, pero puede ser incapacitante porque tiene varios órganos comprometidos y es una enfermedad típica del verano; compartimos bebidas, botellas, más proliferación de bacterias, etc, etc. Puede que la haya padecido y en un examen rutinario salga en su análisis que tiene anticuerpos del Epstein-Barr; los virus están ahí, algunos, llegan sin avisar, como este.