Uncle Howard, tributo de amor y admiración 

Howard Brookner nació en Nueva York el 30 de abril de 1954 y fue inhumado en esa ciudad el 27 de abril de 1989, el día de treinta y cinco cumpleaños. Howard Brookner era homosexual, consumidor de heroína y una víctima más de la peste del Sida. Pero también era escritor, artista, cineasta de culto, bohemio, “un amigo honesto y devoto” según las personas que estuvieron cerca. Desafortunadamente le llegó la  muerte cuando su carrera despegaba en Hollywood. En aquel momento, su sobrino Aaron tenía siete años.

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Póster de la película «Uncle Howard»

Ahora, veintitrés años después, el realizador Aaron Brookner ha construido en Uncle Howard  (Tío Howard) una historia que entremezcla pasado y presente, que mezcla trabajo y memoria, desempolvando la obra de Howard, que retrató la revolución cultural de finales de los años setenta y principios de los ochenta, y que durante treinta años ha permanecido enterrada en el refugio subterráneo del distrito de Bowery, en Nueva York, del escritor William S. Burroughs, para quien “La inmortalidad es el único objetivo que hay que alcanzar”. La relación entre ambos significó para Brookner el inicio del camino a la libertad personal y artística.

En el bunker, y en más de 300 cajas, Aaron ha encontrado una explicación de la vida y la carrera de su tío Howard: su primera película, el diario en vídeo donde relata su enfermedad y sus sentimientos personales, fotografías, otros vídeos, cartas… que han servido de guía para reconstruir la vida de un hombre inteligente y creativo que vivió aquellos años de sexo, drogas,  rock’n’roll y política, mucha política, en los reductos de la Nueva York del Village y los cenáculos presididos por Warhol.

A base del material de los dos documentales y el largometraje “Burroughs: The Movie”, realizado en 1963, del propio Howard, y las fotos de sus amigos, así como los testimonios de parientes y amigos de su tío (Robert Wilson, Jim Jarmusch…) Aaron Brookner ha pintado un retrato fuerte y amoroso del artista que murió demasiado pronto.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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