Una Campaña para generar conciencia.
La famosa marca francesa del cocodrilo, en su nueva colección otoño/invierno 2018, presentada en el Fashions Week de París, sorprendió con diez modelos diferente de camisa polo edición limitada, cada uno de ellos dedicado a una especie en peligro de extinción.
Se trata de una nueva campaña denominada “save ours Species” (Salva nuestras especies) en colaboración con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) para concientizar y así con el dinero recaudado poder ayudar a proteger estas especies.
Todo comenzó en 1933 cuando René Lacoste diseñó el polo, una prenda que llegaba al mundo del deporte para sustituir las pesadas camisas de manga larga que llevaban los tenistas sobre la cancha. Hoy, 80 años después, la marca se reinventa con esta nueva campaña.
Cada camisa tiene un precio de 150 euros, aunque en su tienda on line ya está agotada “Al comprar un polo, ayuda a ayudar a la UICN y Lacoste en esta lucha por la conservación de la naturaleza en todo el mundo”, indica su portal web.
Hay un número diferente de polos disponibles para cada animal, que corresponde con el número de especies que permanecen en la naturaleza
Los animales reflejados en las franelas son:
- Marsopa del Golfo de California treinta ejemplares.
- La tortuga Batagur de Birmania 40 ejemplares
- El lepilemur del Norte 50 ejemplares
- Rinoceronte de la sonda 67 ejemplares
- El gibbon de Cao-vit 150 ejemplares
- Loro Kakapo 157 ejemplares
- Cóndor de California 231 ejemplares
- El saola 250 ejemplares
- Tigre de Sumatra 350 ejemplares
- Ciclón de la isla de Anegada.450 ejemplares
En total 1775 ejemplares de camisas polos.
Esta colección fue inspirada en el medio ambiente, con colores verdes, estampados de hojas y árboles donde también, encontramos la sostenibilidad, la conservación y la humanidad que fueron pieza clave en la colección de Felipe Oliveira para Lacoste.
Esta inspiración surge como homenaje al propio creador de la firma, René Lacoste, quien se encargó de la plantación de 125 acres de bosque en los terrenos del padre de su mujer, en el Pirineo francés.
De todo esto surgió una propuesta con estampados sacados de la naturaleza: hojas, pájaros y otros animales creaban desde jerséis hasta faldas y vestidos.
El terciopelo, los chubasqueros, el cuero y el punto dieron vida a cortes holgados y asimétricos en la que las tendencias deportivas y urbanas de los 80 y 90 se reinterpretan con modernidad, en un desfile con un aire profundamente ecológico.
