Se publica el estudio más exhaustivo de la historia de la televisión en España hasta la llegada de las privadas
Si ustedes preguntan a una persona mayor de sesenta años qué televisión le gusta más, si la de ahora mismo o la de los años sesenta y setenta, probablemente les dirá que antes se hacían mejores programas de televisión y que ahora todo es espectáculo y basura.
Ciertamente, en esta respuesta juegan muchos factores: la magia de las imágenes que llegaban por primera vez a los hogares, la novedad (que era todo lo que se emitía), la evocación a través de la nostalgia, el descubrimiento entonces de otros mundos más allá del rancio franquismo en el que vivía la sociedad española…
Sobre la historia de la televisión en España hay ya una extensa bibliografía que comenzó a publicarse a los pocos años de que se estrenara en nuestro país el nuevo medio, en 1956. Desde “El libro gris de TVE” de Manuel Vázquez Montalbán, “Las mil y una noches de TVE” del profesor y periodista Miguel Pérez Calderón y la historia escrita por el crítico de televisión de “La Vanguardia” Josep María Baget Herms hasta los recientes trabajos del catedrático Manuel Palacio hay una larga nómina de autores y de títulos que han dado buena cuenta de lo que ha sido el devenir histórico de nuestra televisión, sus protagonistas, sus responsables y su significado en la historia y la cultura del país.
Ahora se publica el que posiblemente sea el trabajo más serio y más exhaustivo de esta historia, que abarca desde su nacimiento hasta la llegada de las televisiones privadas (existe al parecer la intención de continuar el proyecto hasta la actualidad utilizando los mismos procedimientos). Con el título de “Una televisión con dos cadenas. La programación en España (1956-1990)” (Ed. Cátedra), el profesor Julio Montero Díaz ha coordinado el trabajo de varios profesores, historiadores e investigadores que han rastreado archivos, hemerotecas, centros de documentación audiovisual y han entrevistado a muchas de las personas aún con vida que iniciaron, desarrollaron o se relacionaron con la aventura de la televisión en España. El libro (casi 900 páginas) se centra en los programas y las líneas de programación de la Primera Cadena de TVE y, a partir de 1965, también del entonces denominado UHF (actualmente La 2).
El trabajo se estructura en tres apartados correspondientes a tres periodos históricos perfectamente diferenciados: el franquismo (1956-1975), la transición democrática (1975-1982) y los años de los gobiernos socialistas, y llega hasta diciembre de 1990, cuando empiezan a funcionar en España las primeras televisiones privadas (aunque el monopolio ya se había roto poco antes con la llegada de los canales autonómicos, también de titularidad pública). A partir de esta división cronológica se estudia la programación de TVE atendiendo a epígrafes que engloban los programas en las categorías genéricas de información, divulgación y entretenimiento.
En las tres épocas en las que se ha dividido este primer periodo de la historia de TVE los epígrafes en los que se organizan los programas atienden a las subcategorías de Informativos, ficción de producción propia, ficción de producción extranjera, programación de cine, programas de concursos y variedades, deportes, toros, programas infantiles y juveniles y espacios de divulgación científica y cultural.
Se dedican también capítulos a dos elementos fundamentales para el funcionamiento de la televisión, la publicidad por una parte y las audiencias y la evolución del consumo televisivo por otra. A estas categorías se suman en la época de la transición política los programas de entrevistas y de debate y las series documentales surgidas durante este periodo. En el capítulo dedicado a la etapa socialista se añaden los programas englobados en lo que los autores denominan de “memoria histórica y democracia”, programas de ficción que proponían una reescritura del pasado a través de autores represaliados o marginados durante etapas anteriores o de títulos que aludían a la historia silenciada o a la literatura de la periferia geográfica, que de alguna manera promovía la nueva estructura territorial de la España de las autonomías.
Un estudio muy completo, pues, cuyo repaso sumerge al lector en la nostalgia y en el recuerdo a través de programas como Estudio 1, La casa de los Martínez, Escala en Hi Fi, El hombre y la Tierra, Un, dos, tres,… series como Rin Tin Tin, Perry Mason, Bonanza, Los intocables… ciclos de cine, retransmisiones taurinas, nombres de presentadores de telediarios y de programas de entretenimiento… incluso el recuerdo de spots publicitarios inolvidables. Muchos de estos contenidos, además, son ahora accesibles a través de la página web de TVE.
Lo que se echa en falta en este estudio es un epígrafe dedicado a los programas culturales en los capítulos de los años de la transición política y de la era de los gobiernos socialistas. Hay uno dedicado a los programas culturales de la primera etapa (suprimido en las dos siguientes) pero sorprende que no exista una mayor atención a estos espacios durante los años de la transición y los gobiernos socialistas, en los que se pusieron en antena algunos de los mejores de la historia de nuestra televisión.
Un programa de la trascendencia de “Encuentros con las letras”, por ejemplo, merece un tratamiento mejor que el de una alusión marginal en un epígrafe dedicado a los programas de entrevistas. También debiera dedicarse más atención a un espacio como “Metrópolis”, nacido en 1985 y aún en antena después de más de treinta años de emisión ininterrumpida, un mérito más que suficiente para figurar en un libro como este.