El Gobierno de España ha hecho una declaración en la que sostiene que “nunca denegó ni demoró la concesión de permiso alguno de sobrevuelo o escala en su territorio nacional con ocasión del viaje de regreso a su país de Evo Morales, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, los pasados día 2 y 3 de julio”, informa Carmen Chamorro.
Esta declaración responde a un comunicado de los embajadores del Grupo Latinoamericano acreditado en Madrid en el que expresan su más absoluto rechazo a la «agresión” que algunos países europeos perpetraron en la noche del 2 de julio de 2013, al revocar los permisos de sobrevuelo del avión del presidente Evo Morales, jefe de estado del Estado Plurinacional de Bolivia, poniendo en peligro su vida, la de su delegación y los tripulantes que le acompañaban.
Los Embajadores observaron, con enorme perplejidad e indignación, -reza el comunicado-, la violación por parte de determinados países, de la inmunidad de la aeronave y sus ocupantes, que se encuentra recogida por el derecho internacional consuetudinario y por la Convención de las Naciones Unidas sobre las Inmunidades Jurisdiccionales de los Estados y sus Bienes (2004), pudiendo ser pasible de una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
En ese contexto, advierten que en la reunión convocada por UNASUR sobre este incidente se adoptarán todas las medidas posibles para salvaguardar “los derechos de nuestros Estados ante la comunidad internacional”.
Gobierno de España
El Gobierno de España, en el comunicado en el que niega la participación del ejecutivo en el incidente, agrega que los permisos solicitados para sobrevolar y hacer escala técnica en territorio español fueron «concedidos con diligencia y celeridad, como quedó reconocido en su momento por la propia parte boliviana, incluso en el caso de nuevas peticiones y cambios que fueron surgiendo a lo largo del citado desplazamiento».
La aeronave que trasladaba al presidente Evo Morales, tuvo que aterrizar en Viena al no poder sobrevolar Italia y Francia por causas absolutamente ajenas a la voluntad del Gobierno español. En ese momento, el Gobierno de Bolivia solicitó la mediación del Gobierno español para encontrar una solución ante terceros estados que permitiera la continuación del viaje del mandatario boliviano. El Gobierno español «aceptó esa petición en el espíritu de colaboración y amistad que rige las relaciones entre nuestros dos países hermanos y con objeto de conseguir la plena aplicación de las normas de Derecho Internacional. A tal efecto, el embajador de España en Viena se desplazó al aeropuerto para, en colaboración con la delegación boliviana, encontrar vías de solución al incidente».
Una vez resuelto, el presidente Evo Morales continuó su viaje con normalidad, haciendo escala en la ciudad española de Las Palmas en donde fue recibido y atendido por la delegada del Gobierno en Canarias.
El Gobierno de España concluye señalando que «lamenta muy sinceramente» que se haya producido un incidente de este tipo sobre el que reitera “no tiene ninguna responsabilidad y desea manifestar su sorpresa por algunas declaraciones que emiten juicios de valor sobre su actuación, actuación que siempre estuvo dirigida a la rápida y satisfactoria resolución del caso”.
Buena aclaración, el gobierno español se desmarca. Espero que coincida con el parecer del gobierno de Bolivia. El fondo del tema se mantiene, la violación o irrespeto a acuerdos y costumbres internacionales en torno a la autoridad máxima de un estado.