Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha hallado una explicación por la que el cáncer de hígado, que afecta a más de un millón de personas cada año en todo el mundo, incide más en los varones.
La clave reside en la adiponectina, una hormona producida por el tejido adiposo y generada en mayor cantidad en las mujeres que es más abundante en personas delgadas y que protege al hígado del desarrollo del principal tumor hepático: el carcinoma hepatocelular. Para comprobar el efecto directo de esta hormona, se utilizaron ratones hembra que no producían adiponectina y comprobaron que el crecimiento del cáncer de hígado era igual al de los machos. Los resultados se publican hoy en el Journal of Experimental Medicine.
Los resultados abren la posibilidad de dos nuevos tratamientos contra un cáncer para el que actualmente no existe cura: el primero sería a través de la propia adiponectina, y el segundo mediante la metformina, un fármaco contra la diabetes que se sabe que activa en el hígado la misma proteína anticancerígena que la hormona de este estudio.
«Nos centramos en estudiar el efecto de la testosterona sobre el tejido adiposo para comprender mejor el mecanismo por el que la grasa controla el crecimiento de los tumores en el hígado”, señala Leticia Herrera-Melle, otra de las autoras del CNIC junto a Guadalupe Sabio y Alfonso Mora.
Gracias a estos estudios, “demostramos que la testosterona es la causante de que la grasa libere menos adiponectina a la sangre”.
https://youtu.be/XhVjBguUXeU