Un logaritmo es el exponente empleado en ciertos cálculos aritméticos, mientras que un algoritmo es la secuencia de operaciones que soluciona un problema.
Sin embargo, y quizá por su parecido fonético, no es infrecuente encontrar que estas dos palabras se confunden en algunas informaciones.
Según el Diccionario académico, un logaritmo es, en matemáticas, ‘un exponente al que es necesario elevar una cantidad positiva para que resulte un número determinado’; los hay, por ejemplo, decimales, con base en el número 10, o neperianos, con base en el número e.
En cambio, un algoritmo es ‘un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema’.