Casi una cuarta parte de la población mundial, que vive en diecisiete países, se encuentra en situación de «penuria hídrica grave», según un informe publicado el 6 de agosto de 2019 por el «World Resources Institute» (Instituto de los Recursos mundiales, WRI), organización no gubernamental estadounidense que busca crear condiciones de equidad y prosperidad a través de la administración sostenible de los recursos naturales.
Para estos países, mayoritariamente situados en Oriente Medio y el norte de África, se acerca el «día cero», es decir el momento en que no saldrá ni una gota de agua del grifo.
El WRI ha estudiado, junto con universidades y centros de investigación de Holanda y Suiza, el «stress hídrico», la sequía y el riesgo de inundaciones de las costas en 189 países, utilizando los datos y estadísticas almacenadas de 1960 a 2014.
El «stress hydrique» –la insuficiencia de agua para responder a las diferentes actividades humanas y las necesidades medioambientales– empieza cuando la disponibilidad de agua es inferior a 1700 metros cúbicos por año y por persona. El umbral de penuria hídrica se encuentra establecido en 1000 metros cúbicos; y la mitad de los diecisiete países mencionados se encuentran en situación de gravedad extrema, con menos de 500 metros cúbicos.
Los países en situación crítica son –por este orden– Qatar, Israel, Líbano, Irán, Jordania, Libia, Kuwait, Arabia Saudí, Eritrea, Emiratos Arabes Unidos, San Marino, Bahrein, Pakistán, Turkmenistán, Omán, Bostwana e India, segundo país más poblado del mundo (después de China), donde en el pasado mes de junio se alcanzaron los 50º de temperatura.
«En esos diecisiete países, la agricultura, la industria y los grandes municipios absorben el 80 % de la superficie disponible y de las aguas subterráneas, en un año medio» dice el Instituto en su informe.
Según Andrew Steer, presidente de WRI, «la escasez de agua es la mayor crisis mundial, de la que nadie habla. Sus consecuencias son la inseguridad alimentaria, los conflictos, las migraciones y la inestabilidad económica. Cuando la demanda de agua supera a las reservas, incluso en los pequeños episodios puntuales de sequía, que vamos a ver aumentar con el cambio climático, las consecuencias pueden ser terribles».
Aunque Europa parece quedar al margen del riesgo grave de falta de agua, entre los siguientes 24 países de la lista, que presentan «una escasez hídrica elevada», se encuentran varios pertenecientes a la Unión Europea como Bélgica, España, Italia y Portugal, que llevan varios años teniendo que hacer frente a veranos extraordinariamente secos.
En 2015 –recuerda en su información el diario francés Le Monde– la Organización de Naciones Unidas (ONU) explicó en su informe anual que, al ritmo actual, «a partir de 2030 el mundo debería hacer frente a un déficit hídrico global del 40 %».