Kim Phuc Phan Thi, la niña que escapaba del napalm en una fotografía que se convirtió en un símbolo de la guerra de Vietnam, ha escrito un libro, «Salvada del infierno», en el que cuenta los sufrimientos pasados y su confianza en el futuro.
«No puedo cambiar el pasado pero con amor puedo cambiar el futuro»
Kim Phuc Phan Thi, la niña vietnamita inmortalizada hace 47 años en una fotografía que fue portada en los medios de todo el mundo, cuando huía desnuda de un ataque con napalm, ha contado en una rueda de prensa para la presentación de su libro autobiográfico «Salvada del infierno», que ahora se siente en paz, consigo misma y con el mundo, tras encontrar el camino espiritual que le ha llevado a la serenidad
El 8 de junio de 1972 una bomba de napalm cayó sobre el pueblo de Kim Phuc, en el sur de Vietnam. La pequeña Kim, de nueve años, salió corriendo por una carretera con la espalda y el brazo izquierdo en llamas.
La fotografía de aquel momento le valió a su autor, Nick Ut, de la agencia Associated Press, el Premio Pulitzer. A lo largo de estos cuarenta y siete años, Kim Phuc se ha sometido a catorce trasplantes: «Yo sentía rabia, amargura, no tenía esperanza, pensaba en morir. Me preguntaba por qué me había tenido que pasar a mi».
Las respuestas las encontró Kim Phuc en el caodaísmo, una religión sincrética fundada en los primeros años del siglo XX en Cochinchina. A los diecinueve años, en una biblioteca encontró un ejemplar del Nuevo Testamento: «Eso me cambió la vida. En mi libro no hablo de religión, sino de fe, de paz y esperanza ».
En Cuba, a donde la llevaron para un tratamiento, conoció a su marido, Toan, un vietnamita del norte; después la pareja se trasladó a Canadá.
Embajadora de buena voluntad de la Unesco desde 1997, Kim Phuc dirige la fundación Kim Internacional, que apoya proyectos médicos con escolares en colaboración con las oenegés Médicos sin Fronteras y Save the Children.