El coronavirus, COVID-19, y el estado de alarma decretado por el Gobierno de España en su Real Decreto y el cumplimiento de su normativa RD 463/202 de 14 de marzo de 2020, especialmente en su artículo 7, así como el de su prórroga, RD 476/2020 de 27 de marzo de 2020, hace que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Seguridad Privada deban esforzarse sobremanera por proteger a la población y hacer cumplir la normativa de confinamiento y medidas de seguridad como la distancia y uso de guantes.
En este sentido, los supermercados y centros esenciales han contratado seguridad privada con el fin de tomar acciones de cara a los clientes como son: mantener la distancia, uso obligatorio de guantes, mantener la afluencia y aforo del local bajo control y asegurar que nadie compra productos en exceso con el consiguiente desabastecimiento.
En este sentido cabe decir que se ha reforzado con vigilantes de seguridad en los supermercados y con detectives privados que, acorde a la Ley de Seguridad Privada 5/2014, son las únicas personas habilitadas por el Ministerio del Interior para cumplir la vigilancia no uniformada.
Una de las Agencias que nos ha informado sobre este tipo de actuaciones es Cuzco Detectives, que se ha volcado totalmente en este tipo de servicios durante el Covid-19.
¿Por qué es importante la vigilancia no uniformada?
Porque al ser personal de seguridad privada quien vela por el establecimiento y el cumplimiento de la normativa vigente, son los que pueden alertar a las FCSE y tomar medidas amparadas por la ley para identificar a los que son insolidarios, no cumplen la ley y ponerles en manos de las FCSE.
La vigilancia no uniformada es aquella que se desarrolla, únicamente por detectives privados, y bajo el marco de la Ley de Seguridad Privada en colaboración con las FCSE. Es de especial importancia en estos momentos porque apoya y complementa a los vigilantes de seguridad, que uniformados, actúan de forma preventiva e informativa pero que no pueden estar en todos los sitios y que cuando sucede alguna situación acuden rápido.
La vigilancia no uniformada de los detectives privados consiste en vigilar en el interior de los supermercados, haciendo mantener las distancias de seguridad, el uso obligatorio de guantes, previniendo o actuando en caso de robo o de conflictos en el interior y alertando y apoyando a las FCSE y a los vigilantes de seguridad.
Los detectives privados mantienen ese aspecto normal de ciudadano, sin nada que les identifique y permitiendo de esa manera actuar bajo un perfil bajo y asegurar el local y fundamentalmente asegurar la salud y uso de las prácticas recomendadas por los ciudadanos.
También el detective privado, ante actitudes sospechosas cuando viajan varios en el coche, como ya se ha visto cuando van a supermercados (uno se queda en el coche y otro baja a comprar, o entran por separado cada uno con un carro), actúa con las FCSE para su identificación y cumplimiento de la normativa.
Vigilancia no uniformada por detectives privados
Según nos dice la dirección de Cuzco Detectives: «es mucha la picaresca con la que están actuando los ciudadanos que no son consciente de que con ello, ponen en riesgo su salud y la del prójimo». Y así hemos podido comprobar que se han dado varios casos, y que ya ha habido dos detenidos en los que la jueza ve «atentado y desprecio a la vida ajena». Esta picaresca se basa en: salir todos los días a por una barra de pan, o ir a por un pack de cervezas hasta el supermercado que está a más de dos kilómetros, o ir varios en el coche y hacer la compra cada uno con un carro, por ejemplo.
Y esto, tanto el vigilante de seguridad que está en el supermercado como el detective privado, lo observan, van viendo los hábitos de estas personas, que llegan y que actúan de esta manera, se les informa de que no es esencial ir a por un pack de cervezas todos los días, o la barra de pan, y como al final son insolidarios y consideran que ellos están por encima de la ley, discuten con el dependiente del supermercado, con el detective y con el vigilante y se termina llamando a las FCSE.
Cuando acuden, se identifica a la persona o personas y en la mayoría de los casos acaban en sanciones.
Pero además este tipo de personas, en vez de reconocer su error o extralimitación, arremeten amenazando a los empleados del supermercado y a los empleados de la seguridad privada, se les amenaza con volver a por ellos otro día, con que les van a vigilar y se van a enterar a la salida, con que son unos imbéciles y se van a acordar de esto y muchas otras lindezas.
Y esto, una vez que llegan las FCSE, se pone en su conocimiento y la respuesta de la Policía Nacional, la Municipal y la Guardia Civil en todos los casos ha sido totalmente rotunda y contundente, «son nuestros compañeros y si me llaman porque usted ha venido a amenazarles de nuevo o se ha enfrentado o le ha agredido que sepa que ya tenemos sus datos y va a ser mucho peor para usted, son nuestros compañeros».
Esto lo hemos vivido en varias ocasiones y es verdaderamente alentador como las FCSE acuden rápido, nos apoyan, nos protegen y no consienten abusos de ningún tipo por estas personas que no cumplen la ley.
Los vigilantes de seguridad y los detectives privados son personal formado y habilitado por el Ministerio del Interior, que conocen perfectamente la ley de seguridad privada y que además conocen la normativa a aplicar en los locales que protegen.
La vigilancia no uniformada está siendo un apoyo imprescindible al vigilante de seguridad, que no da abasto y que dentro del local el detective actúa con más movilidad y siempre apoyando al vigilante de seguridad y en coordinación con el jefe del local y con el inestimable apoyo de las FCSE.
