El verso de Jorge Luis Borges, “este juego es infinito” da pie a este poemario totalmente ajedrecístico y es que, como señala el autor, Francisco Delgado-Iribarren, “ajedrez y poesía ennoblecen y elevan el ser humano”.
Hay que señalar el mérito de publicar 64 poemas en forma de soneto, algo original y nada fácil desde luego, a lo que hay que añadir que cada escaque está nombrado de forma descriptiva al inicio de cada soneto, desde el A1, ‘El principio de la partida’ al H8, ‘El futuro’.
También merece destacarse el prólogo de David Coll, con alusiones literarias y cinematográficas –entre ellas, no podía faltar ‘El séptimo sello’- y explicaciones estilísticas destacando las muchas alegorías que aparecen en los distintos sonetos.
En el recorrido por los más de mil quinientos años del juego, en las referencias ajedrecísticas que menciona hay muchas contemporáneas que se observa en el listado inicial de grandes maestros, para luego mencionar en titular poemas con nombres muy actuales, Bobby Fischer (cuatro), Magnus Carlsen (dos) además de Gari Kasparov, Fabiano Caruana, Mijail Tal y Donald Byrne, en una ocasión.
También se produce un soneto-recorrido por cada trebejo y alusiones sensuales, lo que evoca sin duda, la historia del ajedrez medieval y sus usos amorosos.
Hay poemas más potentes que otros y, a veces, faltan referencias más variadas.
Mencionar el soneto ‘La soledad’, página 75, situación que muchas veces se da en el tablero, y que empieza precisamente así: ‘Dos piezas quedan ya sobre el tablero…’ También uno posterior ‘La causa de la derrota’ en la página 78 donde se destaca que todo depende de uno mismo y no hay a quién echar la culpa, «tuya es la gloria o el fatal fracaso».
Otras reflexiones son las alusiones religiosas, hay que recordar su presencia en las distintas religiones monoteístas –católica, judía y musulmana– y cómo el ajedrez en todas ellas, a lo largo de la historia, tuvo quienes lo atacaron.
Tres poemas consecutivos abordan estas referencias ‘La creación de Dios’, ‘Dios y Lucifer’ y ‘El mundo es un tablero’ (páginas 81 a 83). El segundo tal vez sea el más atinado de esta tríada que como bien alude el prologuista rememoran al poeta José Bergamín que tanto escribió de Dios así como del diablo.
Tal vez se echa en falta referencia a los movimientos repetidos que hacen terminar en tablas la partida, el empate, o el zugzwang, ese término alemán que, se haga lo que se haga, empeora la posición, aunque sí hay mención a una situación que los ajedrecistas viven, ‘El rey ahogado’, página 88.
Tal vez faltan referencias femeninas, ahora que la serie Gambito de Dama, ha puesto de actualidad a la mujer ajedrecista, recordemos personajes fascinantes relacionados con el noble juego: la reina Tamara de Georgia, la siciliana Macalda di Scaletta, o la patrona del ajedrez español, Santa Teresa, que muy bien encajaría en las variadas alusiones religiosas de diferentes sonetos.
Tampoco se cita a ningún jugador árabe o persa que en la antigüedad fueron muchos y buenos y transmitieron un importante legado, de hecho, el ajedrez llegó a la Península gracias a la presencia árabe, aunque aún no eran, ni mucho menos, las reglas actuales.
Sí es cierto que hay una mención en el poema ‘Historia’ (página 29) al persa Omar Jayam, citado también en los conocidos versos de Ajedrez de Borges, y no podía faltar tampoco, el zafrense que da nombre a la conocida apertura española, Ruy López.
Habría que terminar como se empezó y escribe en su último soneto el autor, «Si Borges lo escribió, yo lo repito: como el otro, este juego es infinito».
Biografía
Francisco Delgado-Iribarren Cruz (Valencia, 1985) es escritor, periodista, licenciado en Derecho y diplomado en Relaciones Internacionales. Su último libro es ‘Cien epigramas del confinamiento’ en la editorial Poesía…eres tú.
Gran aficionado a los viajes, con la Editorial Círculo Rojo ha publicado: 35 días en Tailandia, Viaje a Santa Fe y Namasté Katmandú. Además, con la misma editorial: Artes Marciales, Ficcionario, Versos dispersos, Tiempos difíciles y El crimen de Archidona.
Ha publicado numerosos artículos y poemas en las revistas de ámbito universitario La Carta de Pandora y Glasnost, además de participar en la antología colectiva Versos dispersos.
- Este juego es infinito. 64 sonetos ajedrecísticos.
Francisco Delgado-Iribarren Cruz
Prólogo: David Coll
Editorial Poesía… eres tú.
Enero de 2020. 12 euros.
96 páginas.