Juan Forn: cuando el artículo es literatura

Se publica el último volumen de los artículos del escritor argentino

No hay nada más gratificante para un lector que dar con un libro que no sea capaz de abandonar hasta que termina de leer la última página. Esto acaba de pasarme con «Yo recordaré por ustedes», del argentino Juan Forn, editado por Seix Barral.

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Durante mucho tiempo mi amiga y colega Mercedes Arancibia me enviaba cada semana los artículos que Juan Forn publicaba los viernes en la contraportada del diario argentino «Página 12» hasta que se despidió con uno digno de figurar en todas las antologías del periodismo cultural.

Lo titulaba «Y el mar», y es el mismo con el que cierra este libro magistral que reúne algunos (y no digo de los mejores porque todos lo son) de los que publicó durante los doce años que colaboró en aquel periódico.

Juan Forn murió hace dos años de un ataque al corazón en la localidad costera de Villa Gesell, en Mar de La Pampa (Argentina), a donde se había retirado para reponer su salud precaria de un infarto anterior. Era también novelista («Corazones», «Frivolidad», «María Domecq»), traductor de Yasunari Kawabata y Scott Fitzgerald, editor de Emecé y Planeta, y dirigía el suplemento «Radar» que aún publica «Página 12».

En sus artículos Juan Forn cuenta historias de personajes, algunos conocidos y otros menos, y recrea acontecimientos de sus vidas; historias secretas al filo de la leyenda. Lo hace abordando la trastienda, lo desconocido, lo insólito, aquello que nunca podías haber imaginado de gente de la que has oído hablar tantas veces pero que nunca hubieras creído que pudieran pasarles las cosas que cuenta Forn.

De este modo desfilan ante los ojos del lector episodios de las vidas de escritores ya de por sí enigmáticos como Robert Walser, Kavafis, Clarice Lispector, Gil de Biedma, Jean Rhys, Bolaño, Horacio Quiroga o Elías Canetti y otros más «normales» como Neruda, Isaac Bashevis Singer, Cabrera Infante, Juan Rulfo, Bioy Casares….

A veces aborda las biografías de los grandes genios del arte o la literatura desde miradas poco conocidas, como la de Celeste Albart, la asistenta de Proust; la de Celsa Triolet, la compañera de Louis Aragon; la de Eugenio Arias, el peluquero de Picasso que fundó un museo en su pueblo de Buitrago de Lozoya con los regalos con los que el pintor le pagaba sus afeitados.

Hay en algunos de estos episodios una crítica a la censura de los totalitarismos del siglo veinte en las figuras de víctimas como Maiakovski, Anna Ajmátova y los memorizadores de libros prohibidos por el régimen comunista, Osip Mandelstam, en el que recrea el episodio del poema que dedicó a Stalin y que le costó la vida…

Y un relato magistral, escrito con un hilarante sentido del humor, sobre una gigantesca estatua de Stalin en Praga sustituida tras la caída del muro por un no menos gigantesco e inútil metrónomo («La ciudad que perdía el tiempo»).

Desde el artículo que abre este volumen, «Kalulu y los afronautas», hasta el ya citado «Y el mar», que lo cierra, Juan Forn va desgranando historias cada cual más sorprendente y enigmática.

Aquí se cuenta la de Sada y Kichi, que dio origen a la película de Nagisa Oshima «El imperio de los sentidos»; la vida fascinante del bailarín Nijinski; el nacimiento de «la izquierda exquisita» bautizada por Tom Wolfe, a quien Forn califica de «tonto útil de la derecha»; la «verdadera» historia de «Fuente», la obra de Marcel Duchamp que revolucionó el arte del siglo veinte; el relato alternativo de la historia de Bonnie and Clyde; los avatares de Grisha Perelman, el matemático que resolvió la Conjetura de Poincaré y que después rechazó premios y honores y se retiró a una cabaña en el bosque; la del pederasta Corvo, quien esperó hasta el fin de sus días a que el Vaticano le comunicase su nombramiento como Papa; la de las esclavas sexuales del ejército japonés; la asombrosa historia del poeta chino Gu Cheng; la construcción de la Torre Eiffel; el romance secreto entre el arquitecto Le Corbusier y Josephine Baker y el de los poetas Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti (quienes sólo pasaron juntos nueve noches, en once años); el hijo autista del Nobel Kenzaburu Oé, músico y compositor excelso, y una de las más fascinantes, la del hermano del filósofo Ludwig Wittgenstein, el pianista Paul Wittgenstein, a quien dejaron manco durante una salvaje operación en un campo de prisioneros de Rusia después de resultar herido en la Primera Guerra Mundial, y que, terminada la contienda, encargaba a músicos como Ravel, Prokófiev, Hindemith o Richard Strauss composiciones de obras para una sola mano por las que les pagaba sumas ingentes gracias a una herencia millonaria.

Leer «Yo recordaré por ustedes» es como sumergirse en otro mundo, el de las historias secretas o muy poco conocidas, deslumbrantes, que nos descubren personajes y acontecimientos insólitos que sorprenden, fascinan y además nos hacen reflexionar.

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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