Tras su derrota parlamentaria el 15 de diciembre 2023, la abyecta y demagógica ley sobre la inmigración reexaminada por una minoritaria comisión parlamentaria volvió a ser presentada en la Asamblea Nacional el 19 de diciembre y aprobada gracias al voto de los diputados neofascistas del RN, que aplaudieron su «victoria ideológica».
Macron encontró la puerta cerrada, pero pasó por la ventana con el apoyo de Le Pen, convirtiéndose así definitivamente en un aliado de la extrema derecha.
Su actitud irresponsable y su cinismo no tienen precedente en la historia reciente de esta quinta república. La mentira, el engaño y la cultura de la impunidad definen la pretendida «República irreprochable» de Macron. La ley sobre la inmigración revisada y corregida por la extrema derecha ha roto ahora el dique democrático, que durante años separaba aquí a la derecha republicana de la ideología neofascista.
La deriva ultraderechista del financiero Macron pone hoy en peligro la existencia misma del Estado de derecho en Francia. Con su ley anti inmigración abre las puertas a la xenofobia del RN y del atomizado LR (Sarkozistas).
El análisis de ese voto en el parlamento muestra que la totalidad de los diputados del RN (Lepenistas) votaron por la ley Macron / Darmanin, mientras que veinticinco por ciento de los diputados de Renaissance (Macronistas), se abstuvieron o votaron en contra, perturbados ante la idea de votar con el RN.
La derechización de Macron ha sido acelerada con su apoyo incondicional al ultraderechista primer ministro israelí Netanyahu y a su desproporcionada agresión contra la población civil palestina. El genocidio en curso del pueblo palestino es negado cada día aquí por el gobierno y la prensa dominante, mientras en el mundo entero y en la ONU la condena de Netanyahu y de su política colonial racista de limpieza étnica es mayoritaria.
Confundiendo antisionismo y antisemitismo, Macron se ha alineado también con la ultraderecha israelí. Les recomiendo, ante las enormidades que veo y escucho en cierta prensa, que den un vistazo al diccionario para comprender la diferencia entre semitismo y sionismo. Como decía Unamuno, el fascismo se cura leyendo, el racismo se cura viajando.
Una ley que pisotea los derechos más fundamentales del ser humano
Para resumir rápidamente algunas de las más graves medidas de esta ley demagógica y xenófoba, digamos que:
- pone en tela de juicio el derecho al suelo (le droit du sol) para los hijos de extranjeros nacidos en Francia.
- Restablece el delito de residencia irregular que había sido suprimido en 2012.
- Pérdida de nacionalidad para los binacionales acusados de delitos. Esta medida ya existía en Francia, pero la reafirman en la ley para satisfacer la demagogia de la ultraderecha.
- La ley hace más difícil el reagrupamiento familiar de los inmigrantes residentes en Francia.
- Los subsidios sociales para los inmigrantes son reducidos y sometidos a ciertas condiciones, aceptando la «preferencia nacional» tan reclamada por los neofascistas.
- La carta de residencia estudiantil es cuestionada. Los estudiantes extranjeros deberán probar que tienen recursos financieros para residir en Francia.
- La ley propone un debate anual sobre las cuotas migratorias, para agitar regularmente el fantasma de la invasión de los inmigrantes.
- Restricción de las cartas de residencia atribuidas a extranjeros enfermos, que podrán ser expulsados a sus países de origen.
- Los indocumentados son ignorados y ninguneados por la ley, dejando a la prefectura la última palabra para la regularización o no de los trabajadores sin papeles en los denominados y tan necesarios oficios en «tensión», que ningún francés ocupa en la actualidad.
- La ley propone una reforma de la AME, ayuda médica de Estado en 2024. La ultraderecha reclama que los inmigrantes en situación irregular sean privados de esa ayuda médica, lo que es una evidente amenaza para la salud pública del conjunto de la población. El gobierno de Macron ha aceptado rediscutir el tema en 2024. El cuerpo médico ha denunciado tal medida como peligrosa y demagógica, pues concierne solo al 0’4 por ciento del presupuesto de la seguridad social y su aplicación podría provocar evidentes epidemias.
Cincuenta organizaciones sindicales y asociativas han denunciado en Francia este texto de ley como el más regresivo aprobado en Francia en los últimos cuarenta años. Una ley que pisotea los derechos democráticos más elementales del ser humano, tomando al inmigrante como chivo expiatorio.
Un nuevo paisaje político se dibuja en Francia. En las próximas presidenciales la opción de los franceses será entre un bloque político tan racista como antisocial y ultraderechista regido por las multinacionales y una izquierda NUPES que propone un programa ecológico y económico basado en la justicia social y fiscal, para mejor repartir la riqueza. Un programa que no es en nada de extrema izquierda, sino simplemente keynesiano frente a la actual crisis financiera del capitalismo y los efectos perversos de la mundialización.
La NUPES y la Francia insumisa, siendo hoy la única alternativa de la izquierda parlamentaria, se han convertido así en el enemigo público del poder y en el blanco a destruir, con todo tipo de maniobras y calumnias, de aquí a las presidenciales del 2027, a menos que haya antes disolución de la Asamblea Nacional y dimisión de Macron, lo que sería mucho más sano para la democracia francesa.
La pestilencia del fascismo recorre de nuevo Europa y ha penetrado en los gobiernos y en las instituciones europeas, de la resistencia de las fuerzas democráticas depende nuestro futuro en estos tiempos tristes. Pero como decían en el paso del Ebro, igual que combatimos, prometemos combatir.
Comparto con ustedes cuando se cierra este 2023 una foto que resume bien el tema de la inmigración y viñetas que muestran la simbiosis entre Macron y Le Pen.
