Pues aquí en México, con la novedad de que los narcos refinan petróleo huachicol que roban a Pemex, y más rápido y barato que esta empresa paraestatal, que entre enero y abril perdió cinco mil millones de pesos.
Pese a tener seis años de estar refinando, el gobierno «descubrió» en estos días en Coatzacoalcos, una refinería clandestina de imposible funcionamiento sin la complicidad de funcionarios.
Y ubicada en el mismo estado que hoy gobierna Rocío Nahle, incapaz como secretaria de Energía en todo el pasado gobierno de dejar en producción la Refinería Dos Bocas; que nos costó 20.959 millones de dólares, tres veces más de lo que dijo López Obrador.
A pesar de que AMLO juraba cada día que había acabado con el huachicol, con su apoyo la Secretaría de la Defensa Nacional compró en 2020 más de quinientos millones de pesos en diésel a una red huachicolera durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Y por temor a la incertidumbre y la corrupción, empresas extranjeras retiraron 83 millones de dólares de sus inversiones en petróleo.

En fin, decía aquí hace unas semanas que a Claudia Sheinbaum solo le faltaba en el trágico circo que es su gobierno, que le crecieran los enanos…
Y pobre, porque ya le crecieron y no son precisamente lindos, decentes y ayudadores como los de Blanca Nieves; sino deformes y espantosos heredados de López Obrador, pero alimentados por ella.
En todo lo que en México sucede, se advierte su mal gobierno o que la mala suerte la persigue.
En la fiesta de su 63 cumpleaños, quiso partir el pastel y se le rompió la palita para hacerlo; le han tocado ciclones, diarias y fuertes inundaciones, desastres y situaciones peligrosas con EEUU.
Entre otras, la fiscal gringa Pamela Bondi catalogó a México como país adversario del suyo, al lado de Irán, Rusia y China, y a Sheinbaum solo se le ocurrió responder que «no está bien informada».
Y al día siguiente, el Departamento del Tesoro denunció que Intercam, CIBanco y la casa de bolsa Vector, propiedad de Alfonso Romo, amigo y asesor de AMLO, lavaban millones de dólares para el narco.
Sheinbaum solo dijo: «no han probado sus dichos».
La ONU precisó que los cárteles generan en México doce mil millones de dólares al año y en todo el país pelean plazas, matan, secuestran, extorsionan, cobran derecho de piso, aíslan comunidades y desplazan miles de personas.
Sheinbaum niega que las cosas sean, tan graves.
Y hay más
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El Instituto Nacional Electoral, al que la presidenta pretende hacer desaparecer, declaró «no elegibles» por su bajo promedio escolar, a 45 de los ganadores en las recientes elecciones para jueces y magistrados y a otro lo quitó por abuso de menores.
Se acumulan desapariciones, masacres y fosas clandestinas llenas de cuerpos de desconocidos en todo el territorio nacional, y durante este gobierno, han asesinado un alcalde cada mes.
Y Sheinbaum solo reitera cada mañana que serán investigados y castigados los responsables, pero por la impunidad pocos son castigado y muchos en lugar de castigo reciben premios.
Como el exsubsecretario de Salud Hugo López Gatell, responsable directo de las más de 770.000 muertes causadas por la Covid y a quien la presidenta acaba de nombrar representante de México ante la OMS.
Igual que él, otros funcionarios criminales o cómplices de criminales han mostrado tener, tal como exige la 4T fundada por AMLO, noventa por ciento de fidelidad y diez por ciento de eficiencia; por lo que serán embajadores en distintos países.
Es tanta la corrupción, que se han abierto trece investigaciones contra quienes nos tienen con desabasto en medicinas, pero la presidenta insiste en reservar los nombres de los funcionarios involucrados «para no perjudicar la investigación».
Y tanta la impunidad, que grupos de choque que sacan por la fuerza a dueños de viviendas lejos de ser denunciados ante la Fiscalía y el Ministerio Público como manda la ley para castigar el robo, serán favorecidos por el gobierno y a través del INFONAVIT, podrán comprarlas a precios módicos.
Todo esto ocurre en momentos que el Senado aprobó la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, creando un «Estado espía» y se incrementa la censura y represión, contra periodistas y medios; a los que se puede procesar, con solo acusaciones de incitar al odio o la violencia.
Y sin organismos que verifiquen el manejo de los recursos públicos, porque el gobierno los abolió.
Este entorno en el que gobierna Sheinbaum, es el marco perfecto de ese chiste que circula en las redes en el que una deprimida pide a su sicoanalista que le recete antidepresivos, «pero de los que toma Melania, porque si a diario se despierta en ese circo y no se ha matado, es que funcionan».



