Los asesinatos y demás atentados contra los periodistas y por ende contra las libertades de prensa y expresión es una constante en el mundo entero, por eso hoy nos damos a la tarea de recopilar diferentes informaciones y análisis difundidas por la Comisión Investigadora de la materia de la Federación Latinoamericana de Periodistas, CIAP-FELAP, que encabeza el colega chileno, Ernesto Carmona Ulloa y “Periodistas en Español” que dirige Rafael Jiménez Claudín, para hacer, para tomar conciencia de la realidad que nos aqueja.
Por ello no es de extrañar que la Asociación de la Prensa de Madrid, APM, rechace la norma del anteproyecto de la Ley Orgánica del Poder Judicial que permite al Consejo General del Poder Judicial, CGPJ, ordenar a un medio de comunicación que deje de informar sobre el trabajo de un magistrado que considere perturbado su sosiego y ecuanimidad. Como se puede advertir, los informadores ahora tendremos que enfrentar las delicadeces de los exquisitos señores jueces.
Mientras esas nimiedades ocurren, el reconocido periodista panameño Ramón “Monchi” Cano, de 80 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza alrededor de las 5:50 de la madrugada del martes 1 de abril, cuando se dirigía a presentar su programa “Noticias y un comentario”, espacio que condujo por 56 años en la radioemisora Ondas Chiricanas, según reportaron el canal Telemetro de la ciudad de David, en la provincia de Chiriquí, occidente del país, y medios de Ciudad de Panamá.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, el periodista Gilberto Moreno Fontes se suicidó escasas cuatro semanas después de ser levantado o secuestrado, golpeado y amenazado para que no siguiera publicando una revista política que dirigía y que denunciaba los abusos y arbitrariedades de la Alcaldía.
La asociaciones de prensa de Guatemala con personalidad jurídica y reconocidas por la legislación nacional, se pronuncian en torno a la situación de la libertad de emisión del pensamiento y la impunidad reinante para investigar, esclarecer y castigar a los responsables de ilícitos cometidos en contra de los hombres y mujeres que ejercen la profesión, en la diversidad de los medios: prensa, radio, televisión y cibernéticos.
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional golpearon y amenazaron con “desaparecer” a 3 reporteros, que acudieron a dar cobertura a un choque, provocado por personal militar, en la tarde del 6 de abril en Nuevo Laredo, Tamaulipas, ciudad fronteriza con Estados Unidos en el Noreste de México.
En el tema de la relación contractual, la Federación de Sindicatos de Periodistas de España, FeSP, considera necesario que se regule legalmente la situación de los periodistas freelance, al instar a los grupos parlamentarios del Congreso a que pongan en marcha con urgencia las iniciativas necesarias para ello. Problema mundial que inclusive obliga al periodista a invertir y comprar tiempo y espacios para poder desempeñar su trabajo.
Y para burla un botón: en menos de un mes, los consejeros del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, IVAI, crearon siete nuevas plazas y renunciaron a 17 trabajadores, lo que pone en duda la transparencia de la reingeniería institucional anunciada por el Consejo General de dicho organismo.
Por eso nos unimos a la valiente colegas Anabel Hernandez, quien en El Paso, Texas, Estados Unidos, frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua, México, después de denunciar que entre 2004 y 2014, un total de 151 periodistas han sido muertos y 17 desaparecidos, crímenes todos impunes en México, la colega y Casa Anunciación, un refugio para inmigrantes en El Paso, dedicaron este año su tradicional vigilia, titulada “Los periodistas como voz profética”, a estas víctimas de la violencia.
Asimilemos, en consecuencia, la denuncia de la Organización de Naciones Unidas, ONU: “La toma de conciencia a escala internacional de la importancia de la seguridad de los periodistas ha aumentado considerablemente en los últimos seis años, en parte a raíz de la adopción del Plan de acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad».
