Cuando se habla de la descendencia de una persona, indica Fundéu, se alude a sus hijos y sus nietos, por lo que es impropio el uso de esta palabra en lugar de ascendencia para referirse a sus padres o a su origen.
En ocasiones, sin embargo, pueden encontrarse en las noticias frases como las siguientes: «Nada ha sido color de rosa para el jugador de descendencia serbia» y «Un informe reveló la explotación y abusos sexuales por un grupo de británicos de descendencia paquistaní».
En ambos casos se está hablando del origen, por lo que habría sido más apropiada esta voz o bien ascendencia, que el Diccionario académico define como ‘serie de ascendientes o antecesores de alguien’ y ‘origen, procedencia de algo’; en cambio, descendencia, aplicado a una persona, es el ‘conjunto de hijos, nietos y demás generaciones sucesivas por línea recta descendente’.
Por ello, en los ejemplos anteriores habría sido preferible «Nada ha sido color de rosa para el jugador de ascendencia serbio» y «Un informe reveló la explotación y abusos sexuales por un grupo de británicos de origen paquistaní».