Yo creo que Mariano ha debido tocar demasiado la pandereta en Nochebuena viendo al rey hablar y hoy desvaría con sus comentarios del final del año de la recuperación y ahora habla de despegues. No se ha dado cuenta que lo que ha terminado, o está terminando es el hastiado año 14 de su era; la peor y más falsa de la historia de la democracia. Nos ha contado mentiras, tralará como suele hacer llegado este tiempo de luz y color en donde nada es verdad, ni es mentira; solamente depende, del color del cristal con que se mira.
Y él no tiene cristal aunque ahora, en sus pensamientos está el poder gobernar con el pesoe de Pedrito para evitar la inestabilidad. ¿Más? Se refiere a sus raíces profundas, brotes verdes que ahora yacen en las colas del paro o a la inestabilidad que tiene la hucha de nuestros mayores, que a la sazón seremos nosotros en breve.
No hay dependencia que valga, la subida de Montoro no parece afectarnos y que sigan pululando por la calle seis millones de parados hace que al menos, memes y diversas chorradas se creen en whatsapp. El tiempo libre da para eso y mucho más y siempre con el cachondeo ibérico que es lo que nos mantiene vivos y celebrando, aunque no sepamos bien el qué.
El rey llegó y a pesar de la pésima edición y retransmisión de su intervención, no parece Televisión Española, ¿qué ha pasado?, dio muestras de ser un hombre honesto, de sentir y muy a su pesar, la corrupción en donde habita su hermana y el cuñao, esa especie que sale en todas las nochebuenas, y nunca mejor dicho. Llegó, vio y venció. No lo podría haber hecho mejor. Cercano, real y coherente apareció por primera vez lejos de la letanía que nos contaba su padre que daban ganas de morirse o de comer un polvorón tras otro. Felipe VI sabe lo que pasa en España y sabe que esto no tiene vuelta atrás. Su reinado comienza con la peor crisis de la historia que parece irremediable si sigue un mandato más este gallego que nos engañó, y sí, digo engañó a todos.
Volviendo al hombre que nos trae a maltraer, asegura que el año 15 es el año del despegue. Yo no sé si es que los mantecados estaban rancios o que alguien le ha dado algo, porque la suma de tarifas planas de cien euros, el empleo neto, y sus subidas de Jesmar de 0.25 % para los pensionistas nos van a hacer reír porque llorar, ya me dirás, ni para kleenex. El nuevo en la plaza, Pedro, el guapillo, dice que es indecente pero no procura que su discurso salga de ahí. Y eso que su amigo Mariano dice que no tiene problemas con su partido. Mucho castigo a las clases trabajadoras, muchos dimes y diretes pero nada, mientras el coletas sigue en la brecha y ya opta por cruzar a Euskadi y hacerse su hueco en las opciones posibles y probables; la segunda fuerza política en el País Vasco, total ná.
Mientras llega el final del año 14, aún podremos escuchar más idioteces seguidas, no lo duden. Parece un chiste pero es España, eso sí, no llamen a Uber que ya no hay desplazamientos que valgan. A ver quién hace una app para que calculen el futuro prometedor de este último año siniestro de nuestro querido presidente y a ver quién se lo lleva al Finisterre para que se tome el percebe a gusto y nos deje en paz. Se lo podría llevar Sánchez Gordillo a Mercadona a ver si hace la compra y se da cuenta de lo que vale un peine porque no le condenan al final; mucho ruído y pocas nueces, como siempre. Entre las cosas sin sentido está el tema de la corrupción que añade, genera alarma social y levanta una sombra de sospecha en todos los políticos. ¡Qué cosas, 1880 casos de corrupción y generan alarma social, ¡Mira, mira, que cosas hijo mío…!
Bueno, voy a apagar la luz para pensar en ti. Dice que ha bajado así que después de nueve años se me ha olvidado encenderla. «Que siga bajando…la luz», dice. Solamente le ha faltado cerrar con el famoso, ¡y que viva el vino! porque encima amenaza con presentarse a las elecciones. Eso sí, la alcaldía de Madrid está en volandas, ¡vaya tela marinera!
Anita, llévale unas peladillas a ver si sabes cómo se dice en inglés y mientras lo piensas a lo mejor se va para no volver como las golondrinas. Porque de dimisión no habla ni Perry. Pantoja llora en la cárcel. Como lloren todos tenemos Sálvame para rato. ¡Madre mía! ésta es la cara b de esta España nuestra; la del despegue.
