El neologismo médico cibercondría es adecuado para referirse a la preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree o se teme padecer, por lo general graves, o en busca de síntomas, efectos o posibles tratamientos, señala la Fundéu.
En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como «Nomofobia, cibercondría y los nuevos males causados por internet», «Hay una delgada línea entre ser aprensivo y vivir en la cibercondría» o «Los médicos creen que varios factores pueden influir a la hora de sufrir cibercondría», todas ellas adecuadamente escritas.
Este vocablo nace de la combinación del elemento compositivo ciber-, que hace referencia al mundo digital en general, e hipocondría, afección que padecen aquellos que manifiestan una ‘preocupación constante y angustiosa por su estado de salud’. Con este mismo significado, también es válida la expresión hipocondría digital.
Dado que se trata de un vocablo bien formado, extendido y comprensible a partir de sus partes, no necesita cursiva ni comillas.
Por otro lado, se recuerda que el acento recae sobre la penúltima letra, por lo que lo apropiado es escribir este sustantivo con tilde: cibercondría, nocibercondria, con sílaba tónica -con-.
No obstante, quien padece tal desorden puede denominarse tanto cibercondríaco como cibercondriaco, igual que ocurre con otros pares de palabras que incluyen la terminación -íaco/-iaco: maniaco y maníaco, policiaco y policíaco o austriaco y austríaco.
Cabe señalar, por último, que el prefijo ciber- se escribe unido a la palabra a la que acompaña: cibercondría y no cíber condría ni cíber-condría.