La expresión crisis humanitaria es válida para aludir a las catástrofes de origen natural o humano que requieren la intervención de organizaciones humanitarias, señala la Fundéu.
En principio, la palabra humanitario significa ‘bondadoso y caritativo’ y ‘que busca el bien de todos los seres humanos’ y resulta un contrasentido en el contexto de un suceso que hay que lamentar, pero el giro puede considerarse una extensión válida por la falta de una expresión clara y concisa en español que aluda a este tipo de situaciones, generalmente asociadas a desastres naturales, conflictos o violencia generalizada y desplazamientos de población.
Este es el caso de «A los crímenes de guerra les ha seguido la catástrofe humanitaria, con centenares de miles de personas perdidas en el desierto sin víveres, sin agua, andando descalzos», en el que al drama humano que supone una guerra se le añade la ulterior crisis humanitaria.
Se trata de un uso asentado en el derecho internacional humanitario que se ha trasladado a la lengua general, tal como recoge el diccionario combinatorio Redes, que señala que el vocablo humanitario se emplea con sustantivos que designan situaciones de dificultad, adversidad o infortunio, a menudo con resultados trágicos, como catástrofe, crisis, desastre y drama. De todas las variantes en uso, la preferida por los organismos internacionales es crisis humanitaria.
Es impropio emplear estas expresiones en situaciones de emergencia en las que no se dan circunstancias descritas o como meros sinónimos de catástrofe terrible, enorme desastre, gran tragedia o drama humano, como en «La muerte de los 15 inmigrantes de la patera es el segundo desastre humanitario de este tipo en pocos días».