Un cuento sobre el lobo, el sexo y la eutanasia
Primera película francesa de esta competición, “Rester vertical”, que podemos traducir como mantenerse erguido o de pie, escrita y dirigida por Alain Guiraudie, es un original cuento para adultos que nos habla de los lobos, del sexo hetero y homosexual, del deseo de paternidad, la muerte y la eutanasia.
Un joven solitario, Leo, interpretado por Damian Bonnard, es una especie de alter ego del cineasta que llega un día a la meseta de Lozere, en donde los lobos atacan a menudo los rebaños de ovejas. Asistimos ahí a su encuentro sexual crudo y directo con una joven pastora madre soltera, que vive con su padre, una especie de ogro en ese idílico y solitario paisaje rural, al término de una apasionada discusión sobre la política del Estado francés de protección de los lobos en la región.
De esa relación nace una criatura que despierta el instinto de paternidad en ese joven cuyas fantasías sexuales se inclinan más bien hacia su propio sexo. Las pulsiones homosexuales de varios personajes se añaden a este relato en el que el lobo se transforma en una forma de metáfora, con una secuencia tan cruda como burlesca en la que asistimos en directo a una eutanasia o muerte asistida, con sodomía.
Por su manera de filmar el sexo sin ningún pudor y exento de sentimientos, o de filmar la naturaleza, el cine de Guiraudie -autor entre otras películas de la muy brillante “El hombre del lago”- nos hace pensar en el también francés Bruno Dumont, del que veremos en esta competición próximamente su ultima película “Ma loute”.
“Rester vertical” ha sido rodada en tres regiones diferentes: Lozere, Aveyron y Brest, por donde viaja el protagonista. Los paisajes rurales y urbanos muy realistas contrastan así con la fantasía burlesca del relato y con la crudeza de las escenas de sexo, o de un parto en directo y en primer plano.
El tema de la homosexualidad tratado como un inquietante thriller en “El hombre del lago”, y las fantasías sexuales y existenciales de Giraudie está presente también en “Rester vertical”, pero con una historia esta vez muy diferente, en la que busca dar la vuelta a los códigos habituales en el cine y en la vida cotidiana.
“Me gusta la idea de reinventar la realidad… sin perder de vista mis sueños infantiles… un tipo de historia que nunca veo en el cine donde se mezclan los sueños y la brutal realidad”, afirma Alain Guiraudie.
No es una mujer aquí quien quiere tener un hijo sin tener que casarse, sino un hombre quien desarrolla el instinto de paternidad sin tener que soportar a una mujer. El ogro y padre de la pastora resulta ser homosexual y el anciano vecino enfermo optará por una eutanasia muy particular, con erección vertical.
Rodeados por los lobos en la escena final, la conclusión será pues una metáfora para el ser humano, animal vertical por definición, para mantenerse erguido y con la cabeza en alto ante cualquier amenaza.
La sombra de Bruno Dumont y de películas como “Flandre” o “Ptit Quentin” está muy presente en esta película de Guiraudie que es ya su quinto largometraje de ficción y la primera vez que participa en la competición oficial de Cannes. Actor, guionista y realizador Guiraudie tiene en su haber también seis cortometrajes, en su brillante carrera cinematográfica iniciada en la década de los noventa.
