Representantes del Gobierno venezolano y la oposición han acordado establecer una hoja de ruta que restablezca las relaciones entre los poderes públicos, preserve el orden constitucional y la convivencia pacífica, al concluir la segunda ronda de un diálogo impulsado por el Vaticano y la Unasur.
“Nos comprometemos de forma solemne a que nuestras diferencias políticas solo tengan una respuesta en el estricto marco constitucional, un camino democrático, pacífico y electoral”, señala un comunicado oficial leído el sábado 12 de diciembre de 2016 por monseñor Claudio María Celli, enviado especial del Vaticano.
En el documento se destacaron los esfuerzos hechos por el gobierno y por la denominada Mesa de la Unidad (MUD) para mantener la paz. Además, se acuerda “actuar bajo el respeto mutuo y mejorar las condiciones de abastecimiento de alimentos a la población” y trabajar de manera conjunta en el campo económico-social para combatir toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana.
En cuanto al campo político se acordó resolver el nombramiento de los dos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) cuyo mandato culmina en diciembre y avanzar en la superación de la situación de desacato de la Asamblea Nacional dictada por el Tribunal Supremo de Justicia.
En el diálogo participará un gobernador de cada una de las partes, además de portavoces de diversos sectores de la sociedad. Se estableció una comisión de seguimiento para dar continuidad al proceso que será coordinada por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.
El comunicado también indica que el compromiso de ambas partes se sienta en las bases de la convivencia, el respeto y el reconocimiento, para «forjar vínculos que transciendan momentos históricos y cualquier circunstancia, por difícil que esta sea».
La próxima plenaria en las mesas de diálogo por la paz será el 6 de diciembre, indicó el jefe de la delegación del Gobierno Bolivariano que participa en las conversaciones, Jorge Rodríguez.
