Sin duda son cientos y cientos las frases, reflexiones y dichos sobre el más que milenario juego del ajedrez. Imposible condensarlos todos pero sí se puede hacer una selección que no tiene más valor que el estar hecha por un humilde seguidor de los 64 escaques en todos sus aspectos. No hay orden cronológico ni de importancia, cada lector escoja una, varias o todas las que quiera.
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“El ajedrez es un espejo del alma. Ver cómo un hombre juega y verá su esencia. El ajedrez es una combinación de arte, conocimiento, juego y riesgo” afirmaba el ajedrecista nacido en Polonia y nacionalizado argentino Miguel Najdorf (1910-1997). Jugó contra el Ché Guevara, aparecen alusiones a su figura en las tiras de Mafalda y falleció en España.
“Un jugador de ajedrez no produce nada, solo tiene un objetivo, la destrucción de su oponente”, según el escritor y gran maestro Jan Hein Donner (1927-1988).
«Es la más absorbente de las ocupaciones, aniquila a un hombre», opinaba Herbert George Wells conocido como HG Wells (1866-1946), escritor, novelista y filósofo.
“Jamás he estudiado ajedrez. Sólo estudio ajedrez cuando juego una partida’, dijo el excampeón del mundo de ajedrez, el cubano José Raúl Capablanca (1888-1942)
“El ajedrez lo es todo: arte, ciencia y deporte”, dijo el excampeón mundial ruso Anatoli Karpov (1951)
El escritor austríaco Stefan Zweig (1881-1942) autor de la conocida Novela de ajedrez, aseguró que «es el límite insultante llamarlo juego, entonces es una ciencia, un arte».
El novelista, dramaturgo y científico alemán Goethe (1749-1832) sostuvo «es la piedra de clave de inteligencia» añadiendo, «el ajedrez es la gimnasia de la mente»
Leibniz (1646-1716) científico y filósofo explicó: «El ajedrez es útil para el ejercicio de la facultad de pensar y la de la imaginación, debido a que tenemos que tener un método desarrollado para alcanzar las metas donde llevamos a cabo nuestra razón» a lo que añade, «demasiado juego para ser una ciencia y demasiada ciencia para ser un juego». Esa frase enlaza con la del escritor y filósofo, Miguel de Unamuno (1864-1936) «el ajedrez para juego es demasiado, y para estudio demasiado poco».
«El ajedrez es el mejor y más razonable de los juegos», dijo Madame de Sévigné (1626-1696)
«Se producen más aventuras en un tablero de ajedrez que en todos los mares del mundo», según el escritor francés Pierre Mac Orlan (1883-1970).
El conocido escritor inglés George Orwell (1903-1950) hizo la siguiente comparación: «Las reglas del ajedrez son las mismas que las del amor y de la guerra. Si usted puede ganar uno, puede ganar cualquier cosa ….»
El conocido político comunista Vladimir Ulich Ulianov, quien pasó a la historia como Lenin (1870-1924) cuando se casó con Nadezhda Krupskaya (1869-1939) dijo: «Cuando conoces a una mujer capaz de comprender a Marx y jugar al ajedrez, ¡qué gran mujer!»
El poeta surrealista André Breton (1896-1966): “El ajedrez es una lucha cuerpo a cuerpo entre dos laberintos”.
“Las mentiras y la hipocresía no sobreviven durante mucho tiempo en el tablero de ajedrez”, defendió el excampeón mundial y único alemán en lograrlo, Emmanuel Lasker (1868-1941) quien murió exiliado en Estados Unidos.
El narrador, ensayista y dramaturgo español Juan Benet (1927-1993): «En la vida, como en ajedrez, las piezas mayores pueden volverse sobre sus pasos, pero los peones sólo tienen un sentido de avance. »
El histórico Simón Bolívar (1783-1830), caudillo independentista venezolano, fundador de Colombia y Bolivia: «el ajedrez es un juego útil y honesto, indispensable en la educación de la juventud».
Otro personaje histórico, Napoleón Bonaparte (1769-1821), emperador de Francia: «el ajedrez es un juego sin par; regio e imperial».
El novelista mayor de las letras españolas, Miguel de Cervantes (1547-1616), cita en su obra más conocida, El Quijote: «…como aquella del juego del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular oficio; y en acabándose el juego, todas se mezclan, juntan y barajan, y dan con ellas en una bolsa, que es como dar con la vida en la sepultura» lo que enlaza con dos poemas, el del persa Omar Jayam (1048-1131) autor de los conocidos Rubaiyat que cita «y acabando la partida/ la muerte nos arroja al cajón de la nada.» Siglos después el argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) en su poema Ajedrez: » Dios mueve al jugador, y éste, la pieza ¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza /de polvo y tiempo y sueño y agonías?»
Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), médico y escritor escocés, creador de Sherlock Holmes, en su libro ‘La aventura del fabricante de colores retirado’ menciona «el sobresalir en el ajedrez, Watson, es signo de una mente intrigante.»
El escritor y maestro de ajedrez Irving Chernev (1900-1981): «Del ajedrez se ha dicho que la vida no es lo suficientemente larga para él. Pero eso es culpa de la vida, no del ajedrez.»
“El ajedrez, como el amor, como la música, hace felices a quienes lo practican” sostenía el gran ajedrecista alemán Siegbert Tarrasch (1862-1934) quién también decía: “en el ajedrez como en la vida, la mejor jugada es la que se realiza”.
El escritor chino Lu Xun (1881-1936) mantenía: «Todo lo que quiero es que caven un hoyo y que mi tumba diga: aquí cayó un loco del ajedrez. No jugaba bien, pero le gustaba jugar. Nunca pudo enfrentarse a un campeón. Murió como vivió: esperando».
El poeta y dramaturgo inglés William Shakespeare (1564-1616) : «el ajedrez es un juego honrado». El novelista ruso y gran aficionado al juego León Tolstoi (1828-1910) opinaba «compadezco al que no conoce el ajedrez. Causa ya alegría al aprendiz; al veterano le lleva al sumo placer».
«Si prohibiesen el ajedrez, probablemente me haría contrabandista», afirmó el excampeón mundial, el ruso de origen letón Mijail Tal (1936-1992):
El califa Al-Mamun (786-833) dijo una frase muy llamativa: “es extraño que domine el mundo desde el este hasta Al Andalus en el oeste, pero no pueda con 32 piezas del tablero”.
«En la vida, al contrario que en el ajedrez, se continúa después de un jaque mate» del escritor y profesor Isaac Asimov (1920-1992).
«En la vida pasa como con el ajedrez: en ambos trazamos, ciertamente, un plan, pero este queda total y completamente subordinado por aquello que, en el ajedrez, se le antoja hacer a nuestro adversario y, en la vida, al destino» según el filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860).
Por último una frase de la que no he podido identificar al autor: «es el juego más jugado, estudiado y controvertido en la historia del mundo, lo más cercano a Dios».
