El Auditorio Nacional de Madrid se viste de fiesta para recibir la “Fusión Flamenca” de la cantaora Marina Heredia y del pianista David Peña Dorantes
Los dos representan la última generación de sendas dinastías flamencas con pedigrí de lujo. Ella viene del Sacromonte de Granada y está emparentada con la mayoría de sus grandes familias y de forma directa con los Heredia y los Maya. Su voz es heredera de la de su padre, Jaime Heredia Maya El Parrón, cantaor con voz surgida del fondo de los siglos. Él viene de Lebrija, vivió en clave flamenca desde la cuna, arrullado por los cantes de su abuela María Fernández Granados La Perrata, los sones de la guitarra de su padre Pedro Peña y qué decir de su tío, el gran músico y cantaor Juan Peña El Lebrijano, flor y nata de la dinastía gitana de los Perrate. Con tales credenciales artísticas solo faltaba que estos dos se reunieran, como hacen a menudo, por festivales flamencos y por teatros de toda España.
Fusión Flamenca es su nuevo proyecto, estrenado en la Sala de Cámara del Auditorio el 20 de abril de 2017. Un concierto íntimo, compartido por voz y piano, sin apoyos rítmicos. Ellos son el ritmo, esencia pura flamenca. Marina Heredia muestra una voz en plena madurez y belleza; profundiza en un lenguaje lleno de equilibrio y pasión, fruto de una creatividad gozosa, en la que fusiona tradición y modernidad. Dorantes, con nombre propio en el mundo del flamenco deslumbra con un instrumento, el piano, hasta hace poco ajeno a ese mundo.
Con su primer disco, Orobroy, se lanzó a una gira mundial que duró cuatro años. Es el único artista premiado con tres Giraldillos en un solo espectáculo en la Bienal de Sevilla de 2002. Su disco, ¡Sin muros!, fue presentado en 2012 en el festival de Jazz de Montreal y desde entonces no ha dejado de girar por todos los continentes. Es un artista completo y magistral. Su último trabajo como compositor es de 2015, Paseo a dos.
El concierto
Impresiona Marina con su traje negro, largo. Impresiona Dorantes con su vestimenta como de andar por casa. Nada de traje ni zapatos negros. Lo importante es la música que produce. Hay acompañamiento sí, pero hay turnos de piano entre estrofa y estrofa de cante. Tanto monta monta tanto. Una absoluta delicia. La voz de Marina es fresca, rotunda, voz que transmite todo lo que ella siente que no es poco. Los espacios pianísticos están para enfatizar atmósferas en sus puntos culminantes y para producirse en oleadas que llegan hasta lo más profundo del sentir. Marina es genial, Dorantes es un genio.
Y así se van sucediendo, el cante de galera Mi condena de El Lebrijano en claro homenaje al tío Juan, en el que Marina se deja el alma a raudales. Qué manera de cantar recorriendo todas las escalas, que manera de sentir…¡Hay mucho Sacromonte acumulado en ese cante!
Sigue por lo ancestral recordando a Carmen Amaya, tan cantaora como bailaora, con la zambra Mi mare la Tana, qué acierto de nuevo proyecto con músicas y letras de hace mucho tiempo dedicadas a la memoria de los grandes. Como lo que sigue a continuación, en recuerdo y homenaje a Camarón y Paco de Lucía, de su álbum Castillo de arena esa sonora granaína Que he dejao de quererte. Inolvidable Camarón, es como si estuviera sonando ahora mismo a través de la garganta prodigiosa de Marina: Me mandaste a decir / que he dejao de quererte / y aunque estoy lejos de ti / siempre te tengo presente /sin ti no puedo vivir…Camarón resuena en la voz de Marina y Paco de Lucía en el piano de Dorantes.
Intervalo con pequeño concierto de Dorantes paseando por las canciones y compases de su último álbum Paseo a dos, flamenco a ritmo de jazz que va enlazando bulerías, malagueñas, guajiras, soleares, seguiriyas y tangos… Qué extraordinario pianista y qué amor y fidelidad al flamenco que lleva en sus genes.
Para la segunda parte Marina se viste de larga falda blanca con lunares negros y top negro floreado, muy flamenca, para cantar unas seguiriyas que van precedidas por una introducción de piano para dotarlas de la solemnidad que merecen. La seguiriya es siempre plato fuerte en cualquier concierto, pero en éste, que no es cualquier concierto, ponen en pie aunque solo sea con la mente.
Estamos en el año de Lola Flores y no podía faltar el homenaje a La Faraona con su más que famoso Cállate, empezando con el recitado a compás hasta llegar al cante que lleva emocionando a miles de gentes desde hace tantos años que ni se recuerda. Piano y voz, voz y piano, Lola estará gozando de lo lindo en el más allá.
Solemnidad absoluta ante el Himno Gitano, bordado por Dorantes, himno internacional que engloba a todos los romaníes del mundo; oficial desde el primer Congreso Internacional Gitano celebrado en Londres en 1971 y que habla de nomadismo y persecución como etnia, sin olvidar el genocidio de gitanos llevado a cabo por los nazis en sus campos de exterminio y del que se habla mucho menos que de otros genocidios. ¡Todas las vidas no valen lo mismo! Entonces y ahora. La emoción de los artistas es contagiosa.
Final por bulerías. Pero no una bulería cualquiera, que esta noche va de memorias y homenajes y este va para Juan Moneo El Torta con su Abrázame. Juan Moneo, de la estirpe gitana de los Moneo de Jerez de la Frontera, hermano de Manuel Moneo y tío de El Barullo y de Macarena Moneo, herederos de la dinastía de los Pacote. El Torta quiso irse de este mundo a los sesenta justitos en un día tan señalado como el 31 de diciembre de 2013. Y su bulería Abrázame resuena magistralmente en la voz de Marina Heredia y en el piano de David Peña Dorantes.
El ciclo Andalucía Flamenca 2016-2017 pondrá su broche de oro el próximo 7 de mayo 2017 con un concierto extraordinario en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional, en el que la estrella será el cantaor Arcángel que tendrá como artistas invitados a Estrella Morente, Miguel Poveda y la participación especial de Manolo Sanlúcar. Los guitarristas Miguel Ángel Cortés y Dani de Morón, José Manuel Posada al contrabajo, Agustín Diassera en la percusión y Los Mellis con palmas y coros serán los instrumentistas.
