En una nueva pirueta de las que van caracterizando la “era Trump”, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado este jueves,12 de octubre de 2017, que el país se retira de la Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), acusando a la institución de ser «anti israelí».
Al parecer, esta decisión está relacionada con la opción de nombrar «zona protegida del patrimonio de la humanidad» a la ciudad de Hebrón, que se encuentra en la zona ocupada de Cisjordania, y que ha motivado que también Israel haya anunciado que se sale de la Unesco.
Los representantes de Estados Unidos han dicho en un comunicado que desean conservar el estatuto de “observador” en la sede parisina de la organización, y que la retirada se hará efectiva el 31 de diciembre de 2018, conforme a los estatutos.
Washington, que ya en julio había anunciado su intención de revisar las relaciones con la Unesco, ha calificado ahora la decisión tomada respecto a la ciudad de Hebrón de «afrenta a la Historia». Estados Unidos, lo mismo que Israel, llevan años guardando distancias con la agencia internacional; en 2011, ambos países dejaron de participar en su financiación como protesta porque la Unesco incluyó entre sus miembros a los palestinos. Pero hasta ahora seguían ocupando un sillón en el Consejo Ejecutivo, compuesto por 58 miembros.
El anuncio de la retirada de Estados Unidos llega en un momento en que se encuentra en una fase decisiva la elección del sucesor de la actual directora de la agencia, la búlgara Irina Bokova; una elección con un gran componente político que, de momento, parece estar ganando el candidato de Qatar, Hamad bin Abdoulaziz Al-Kawari, de 45 años, exministro de Cultura de su país.
