El lunes 4 de noviembre de 2017, en pleno debate en el Parlmento australiano de la ley del «matrimonio para parejas del mismo sexo», el diputado Tim Wilson ha aprovechado un turno a palabra para pedir matrimonio a su compañero. El Senado ya había dado luz verde al proyecto de ley el pasado 29 de noviembre.
Timothy Robert Wilson, de 37 años, es diputado por el Partido Liberal en el Parlamento australiano desde 2016, comentarista político y Comisario de los Derechos Humanos entre 2014 y 2016. En 2008 intentó, sin éxito, acceder a la alcaldía de Melbourne.
“Este debate -ha dicho Tim Wilson- ha sido la banda sonora original de nuestra relación. Sin embargo, ambos sabemos que esta no ha sido la razón por la que decidimos entrar en política. Nada es mejor que una buena reforma fiscal. Pero en mi primer discurso definí nuestra relación como los anillos que ambos llevamos en la mano izquierda. Son la respuesta a una pregunta que no podíamos hacernos”. Para continuar, visiblemente emocionado: “Solo queda hacer una cosa: Ryan Patrick Bolger ¿quieres casarte conmigo?”.
He said YES ❤️ Tim Wilson cries as he proposes to his partner, Ryan Bolger, during his same-sex marriage speech in parliament https://t.co/4Bmq2Jeyld pic.twitter.com/Km4fuKGD2U
— Guardian Australia (@GuardianAus) December 4, 2017
Ryan, un profesor de 33 años, se encontraba entre el público del Parlamento y, desde la tribuna, respondió con un sonoro “Si”, que ha cosechado una oleada de aplausos entre los diputados y ha merecido el encendido elogio del presidente de la sesión: “Que conste en el acta oficial que se ha tratado de un “si” clamoroso”.
El Parlamento australiano no ha hecho otra cosa que ratificar la voluntad de sus ciudadanos al dar luz verde a la ley del matrimonio para personas del mismo sexo. El 14 de noviembre pasado el gobierno facilitó el resultado de la consulta popular por correo, que duró ocho semanas y en la que participaron 12,7 millones de personas. Según la Oficina de Estadísticas de Australia, arrojo un resultado favorable del 61,6 %, una decisión que la mayoría de los diputados se había comprometido “a respetar” y que en el país se celebra ya como “un hito en la lucha por la igualdad” de todos los ciudadanos.