En América Latina, como en muchas partes del mundo, no cesan las agresiones a las libertades de prensa y expresión, por eso hemos dicho que aunque México ha sido el más golpeado, el fenómeno no es privativo de nuestro país, o mejor dicho, del gremio.
Ahora la situación se presenta especialmente grave en las hermanas repúblicas de Honduras, Brasil y Guatemala, que como siempre denuncia a nivel internacional la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas, CIAP-FELAP.
De acuerdo con el reporte de nuestra organización continental, nos hemos enterado que ha sido asesinado otro colega en Honduras, se trata del compañero camarógrafo Manuel Murillo Varela, de 32 años, cuyo cadáver fue encontrado con tres impactos de bala en su rostro, en la Colonia Independencia, Comayagüela, de la ciudad capital Tegucigalpa.
Mientras tanto en Brasil, se dio a conocer que el 74 por ciento de las agresiones contra periodistas, desde que comenzaron en junio las protestas populares, fueron obra de policías, según informó la Asociación Brasileña de Periodistas de Investigación, Abraji.
De 96 agresiones registradas por Abraji en los últimos cuatro y medio meses, 25 fueron protagonizadas por manifestantes, mientras los otros 71 atentados corresponden a policías o agentes de la Fuerza Nacional, según un comunicado de la asociación. La Agencia Brasil reportó, por su parte que el 80 por ciento de las agresiones registradas respondieron a acciones policiales.
Además, según los registros de la CIAP-FELAP, en lo que va de 2013 han sido asesinados 7 periodistas y comunicadores en Brasil, presumiblemente por delincuentes asociados al poder del narco-delito y a las mafias de poder político-policial local o del estado.
A mayor abundamiento, se denuncia que la libertad de prensa es violentada en Guatemala, sobre todo en los últimos 9 meses. En efecto, de enero a septiembre del presente año, la violencia se ha desatado en contra de los periodistas hombres y mujeres, por el simple hecho de informar y orientar al pueblo de Guatemala, por lo cual la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) ha condenado y repudiado las violaciones que han sufrido los comunicadores en su quehacer diario.
Considerando que una sociedad bien orientada es un conglomerado que sabe lo que sucede en su país y, por ende, está consciente de sus derechos y obligaciones con el Estado, y éste con sus ciudadanos, los colegas de esa nación fronteriza denuncian que en su país sucede todo lo contrario: “se quiere tener a la población en la total ignorancia de lo que sucede, porque entre menos informada se encuentre será más fácil gobernar y, por supuesto, nadie se daría cuenta del despilfarro de los recursos económicos que los diferentes organismos del Estado, municipalidades y demás entes hacen piñata sin beneficio para la población; de la corrupción e impunidad que impera en nuestro país, así como de la desnutrición y el hambre que padece nuestra población, especialmente la niñez guatemalteca”.
En México por lo pronto vivimos en una etapa de cierta calma desde mayo pasado, sin que por ello dejemos de preocuparnos, y por tanto el monitoreo permanente de nuestra Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, continúa su labor con todo vigor y en continua comunicación con Ernesto Carmona, director de CIAP-FELAP, por ello ahora nos unimos en estas denuncias preocupantes de lo que acontece en materia de libertades en Honduras, Brasil y Guatemala.
