La relación entre ajedrez y gatos ya ha sido mencionada pero ahora conviene ahondar en el tema. Se dice que un gato tiene siete vidas, a lo que habría que añadir que además tienen diferentes días internacionales en el calendario.
El más conocido, y que se celebra en España, donde viven seis millones de felinos, es el 20 de febrero. El origen es Socks, el gato del que fuera presidente estadounidense Bill Clinton y que vivió en la Casa Blanca. Al morir un 20 de febrero, desde 2009 se instauró ese día para rendir homenaje a todos estos animales de compañía.
Curiosamente, en Estados Unidos desde 2005 se celebra otra fecha, el 29 de octubre, a propuesta de la activista Colleen Paige, para generar conciencia de los gatos abandonados.
Sin embargo hay otro Día internacional que viene celebrándose hace más años, desde 2002, el 8 de agosto, propiciado por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) considerando que este octavo mes es donde estos animales más aumentan su actividad.
En Reino Unido, desde 2011, es el 27 de octubre; en Italia, Polonia y Brasil, el 17 de febrero, en Japón el 22 de febrero y en Rusia el 1 de marzo.
En todo caso, lo cierto es que los gatos y sus dueños, desde hace mucho tiempo, están muy relacionados con el más que milenario juego del ajedrez. De hecho, la conocida plataforma Chess.com hizo hace ya un año, en enero de 2023, cinco avatares de gatos que jugaban vía digital con distintos niveles.
El más conocido fue al que llamó Mittens y que, gracias a la Inteligencia Artificial (IA), tenía nivel de gran maestro por lo que incluso hizo las delicias de jugadores y comentaristas como Hikaru Nakamura, al que le hizo tablas.
Hay que recordar que numerosos ajedrecistas se fotografían con gatos o poseen gatos e incluso les acompañan en competiciones o retransmisiones vía digital. El estadounidense Wesley So lamenta por ejemplo estar lejos de sus gatos cuando disputa un torneo.
Por supuesto no se debe olvidar a los que bautizan a su minino con el nombre Ajedrez ya sea en español o en cualquier otro idioma. Y es que hoy en día es habitual encontrar miles de imágenes de gatos ante el tablero, donde sus dueños reflejan su doble amor, por su mascota y por el juego. También hay numerosos tableros con piezas de felinos. Incluso hay nombres de clubes en Estados Unidos que unen a los gatos con el ajedrez.
Hay que recordar también un monumento al ajedrez en Ulan Ude, Rusia, donde un gato juega en un esquina con un ratón, cerca del club local.
Pero en el arte, en la pintura, hay que remontarse a la británica Augusta Agnes Talboys (1863-1941) que realizó cinco cuadros de diferentes gatos con tableros de ajedrez. Sus retratos siguen siendo muy populares. De hecho, en 2014 Togo usó uno de ellos ‘Gatos y piezas de ajedrez sobre el tablero’ para un sello de correos por valor de 750 francos CFA (1,14 euros).
Nacida en Bristol (donde se conservan muchos de sus cuadros en el Museo local) sus años más productivos fueron de 1908-1920. Fue miembro de la Royal West Academy y también expuso obras en la Real Sociedad de Artistas de Birmingham.
Pero, sin duda, ha sido recientemente el exprimer ministro australiano (2007-2010 y 2013) y actual embajador en Estados Unidos, Kevin Rudd, quien ha dejado para la posteridad el binomio ajedrez y gatos. En su retrato oficial para ser recordado en la colección del Parlamento, en Canberra, obra de Ralph Heimans, aparece en el borde del escritorio un tablero de ajedrez y un gato.
El propio político laborista quiso destacar cuando fue presentado, en agosto de 2023, la presencia de Louie, su gato adoptado para que vagara en una esquina sobre piezas de ajedrez. Como es habitual los observadores indicaron que el tablero desde donde mira el político podía estar mal colocado, no obstante, si se ve de frente, sería correcto ya que la casilla h8 estaría bien puesta en negra.
La presencia del ajedrez hace referencia a la metáfora de la estrategia geopolítica y los jaques de la política internacional con una dama blanca arrinconada.
Rudd, posteriormente, subió en una red social una foto de su otro gato en medio de un tablero con las piezas colocadas.
Así pues, felicidades a los amantes de los gatos y del más que milenario juego.
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