Ajedrez y política en el Campeonato Mundial de Rápidas y Relámpago

Los Campeonatos Mundiales de Ajedrez Rápido y Relámpago que se vienen celebrando cada fin de año, entre Navidad y Año Nuevo, se están convirtiendo en noticia además de por sus resultados deportivos por el entremado político que conllevan.

En lo competitivo, en el recién celebrado en Almaty, Kazajistán, victorias del campeón mundial, Magnus Carlsen, en Rápidas y Blitz -en esta última fue de sobrado, llevando una sudadera en una partida usando solo treinta segundos, ante el bielorruso Vladislav Kovalev-, es su tercera vez, llevando un total de quince campeonatos mundiales, aun cuando este 2023 dejará el trono que ostentaba en el ajedrez clásico desde 2013.

Por cierto, uno de los dos aspirantes al título, el ruso Ian Nepomniachtchi, fue protagonista, no por sus discretos resultados deportivos (catorce en rápidas y doce en el relámpago), sino por lucir una camiseta con la conocida frase de Messi, «¿Qué mirá’, bobo? Anda pa’ allá» que le dijo al neerlandés Wout Weghorst después del partido de cuartos de final del Mundial de Catar. Este hecho motivó que los jueces le llamaran la atención por dicha vestimenta. Por cierto, su rival, el chino Ding Liren no participó.

ajedrez-carlsen-con-vestido-y-sombrero-kazajo-900x593 Ajedrez y política en el Campeonato Mundial de Rápidas y Relámpago
Carlsen con el vestido y sombrero tradicional kazajo

También Messi fue objeto de alusión en redes sociales por Carlsen, que lució durante la inauguración del Campeonato la vestimenta oficial kazaja (shapan, túnica larga), como hizo el futbolista (el bisht árabe usado para celebraciones) al recibir la Copa del Mundo.

Pero también fuera del tablero en esta ocasión el protagonismo ha vuelto a Irán aunque la mayoría de medios se han centrado en solo un aspecto del tema, olvidando otro.

El joven maestro internacional iraní Bardiya Daneshvar de dieciséis años y el segundo mejor ajedrecista del país, Pouya Idani de 27 años, se negaron a enfrentarse con el veterano gran maestro israelí Boris Gelfand, quien ganó así los dos encuentros sin levantarse siquiera del tablero.

Este comportamiento ya se ha convertido en algo más que habitual, ya no solo por los trebejistas iraníes, sino también para otros árabes que luego son ensalzados en sus países que no reconocen al estado de Israel, y también justificados por sus dirigentes, incluidos los de sus propias federaciones de ajedrez.

Así, por un lado, los dirigentes dicen que no imponen nada, que es una decisión «individual» de cada jugador enfrentarse o no a un israelí, pero ellos saben que si juegan tendrán consecuencias en sus carreras. Por otro, la FIDE, al contrario que otras muchas federaciones deportivas internacionales que castigan a Irán por esta práctica y suspenden sus federaciones deportivas, simplemente lo ignora y mira hacia otro lado.

El hecho de que la Federación de Ajedrez de Irán y otras de países árabes coaccionen de forma directa o indirecta para no jugar contra israelíes y que la FIDE lo tolere, es lo que algunos acertadamente califican de «escándalo» además de destacar el comportamiento «cobarde» de la federación que engloba al ajedrez mundial.

Pero no olvidemos que también Israel saca tajada, ya que la federación internacional les compensa llevando importantes torneos a su país, incluidos los territorios anexionados en disputa internacional, como Jerusalén Este, en lo que ya es conocido como el Gambito FIDE.

ajedrez-sara-khadem-sin-pañuelo-900x506 Ajedrez y política en el Campeonato Mundial de Rápidas y Relámpago
La ajedrecista Sara Khadem, sin hiyab, compitiendo en Kazajistán

Sin embargo lo más mediático ha sido citar a la ajedrecista Sarasadat Khademalsharieh, conocida como Sara Khadem, de veinticinco años, por jugar sin hiyab (pañuelo que cubre la cabeza) y que ya no volverá a representar a Irán.

Ciertamente no es una gran novedad pero la situación interna y otros gestos de protestas de deportistas han motivado que sea noticia internacional.

Y no es un hecho novedoso, primero, porque no es la primera vez que acontece ya que el goteo de deserciones de jugadores iraníes es constante, y segundo porque, ya hace tres años, Khadem se rebeló contra el régimen cuando expresó su solidaridad, tras el campeonato mundial de rápidas y blitz celebrado en Moscú en 2019, con la decisión del entonces iraní y hoy francés, Alireza Firouzja, de abandonar su país.

Entonces ella lamentó que la federación iraní de ajedrez no lo apoyara sino lo contrario, «se está causando problemas. No solo no lo están empujando para ir delante sino que lo están moviendo para atrás». También anunció públicamente que ya no representaría más a su país, al que defendió en las Olimpiadas de 2012, 2014, 2016 y 2018.

Khadem a pesar de que fue subcampeona mundial de rápidas y relámpago en 2019, fue castigada con una prohibición, pero tras la pandemia, se reincorporó al equipo de Irán jugando en Almaty. No obstante, la federación iraní ya aclaró que participaba de forma «independiente» y por «cuenta propia» previendo lo que iba a suceder.

Hay que mencionar que la Federación de Ajedrez de Irán está controlada por el Ministerio de Deportes y su presidente desde junio de 2021, Hasan Tamini, es un neófito en ajedrez. Es más, dirigía la Policía de la Moral en una Universidad de Teherán. Fue elegido por 26 votos contra 15 del otro candidato, Afshin Davari, al que no se le dejó votar.

También se ha señalado a otra jugadora iraní, la gran maestra y seis veces campeona femenina de su país Atousa Pourkashiyan, de 34 años, cuando la realidad es que lleva tiempo viviendo en Los Ángeles, donde da clases particulares y representaba a la federación de Estados Unidos.

Otros ajedrecistas iraníes que podrían dejar su federación son los grandes maestros, Ehsan Ghaem Maghami, de 40 años, para Estados Unidos o incluso la joven figura Parham Maghsoodloo de 22 años.

Entre las reacciones más hipócritas, la de la mejor ajedrecista de la historia, Susan Polgar, quien alaba a estas dos iraníes por jugar sin hiyab cuando hace cinco años apoyó el Campeonato Mundial femenino en Teherán y el uso del hiyab: «personalmente no tengo problema en llevar un pañuelo en la cabeza» afirmó, bloqueando en sus redes sociales a los que la criticaron. Entonces Khadem fue portada en diarios iraníes portando un hiyab.

Pero todavía hay más, y más grave, el propio presidente de FIDE, Arkady Dvorkovich, exasesor del presidente ruso, Vladimir Putin, ha marginado a la árbitra internacional exiliada iraní Shohreh Bayat, tras lucir una camiseta con el lema ‘Mujeres, Vida y Libertad’, en el Campeonato Mundial Fischer (Ajedrez aleatorio) celebrado en Reikiavik el pasado octubre.

Entonces Dvorkovich le advirtió para que retirara esos lemas y que no vistiera una blusa azul y amarilla (colores de Ucrania), a lo que Bayat pidió que se le diera la orden por escrito. Tras esto, la han marginado y se la retiró de la comisión de Árbitros de FIDE y que pasara a la de la Mujer, de la que es secretaria, curiosamente, una iraní afín al régimen, Shadi Paridar, por lo que se negó.

Rusia y FIDE

También Dvorkovich ha logrado que sus propios compatriotas puedan seguir participando en las competiciones de ajedrez, aunque no bajo su bandera.

Sin embargo, dado que los rusos actualmente tienen prohibido ingresar en muchos países debido a la invasión de Ucrania, encontrar sedes aptas para todos es muy difícil. Así, otorgó la actual Copa del Mundo a Kazajistán hace menos de dos meses, el campeonato femenino donde jugaban rusas en Jiva, Uzbekistán y la próxima Olimpiada de 2026 en Taskent, también en Uzbekistán.

El pasado 17 de diciembre se reeligió como presidente de la Federación Rusa de Ajedrez (RCF) a Andrei Filatov, quien ostenta el cargo desde 2014. Derrotó por 58 votos a siete al que fuera subcampeón mundial Sergei Karjakin, a quien propusieron, entre otros, desde Chechenia y que ha sido un gran defensor de Putin y de la invasión.

La Federación Rusa, que cuenta con 430.000 ajedrecistas, tiene a la mitad de sus miembros directivos sancionados y no pueden viajar a países occidentales.

Se nombró en su quince congreso como presidente de honor de la federación a Anatoli Karpov, tras su reciente caída que le mantuvo un tiempo en el hospital, cargo, por cierto, que ya ostentaba otro campeón mundial, Boris Spassky. Antes ostentaba la vicepresidencia.

Karpov, diputado en la Duma, apoyó la invasión de Ucrania y ha declarado que las sanciones que le imponen desde allí «son una absoluta tontería». También criticó a los ajedrecistas firmantes del manifiesto dirigido a Putin contra la invasión «de la llamada Ucrania», señalando que Filatov no tuvo nada que ver con el escrito y que es «una traición a los intereses de Rusia». Asimismo lamentó la entrada de Suecia en la Alianza Atlántica: «de repente, se han despertado en ellos ambiciones políticas incomprensibles y se han hundido en la OTAN».

La Federación Rusa, en su reciente asamblea, retomó la propuesta que aprobó el pasado abril de 2022 de cambiarse a la Federación Asiática, que se analizará en 2023. «Espero que seamos la primera de las federaciones deportivas en romper el bloqueo» declaró Filatov quien, no obstante, agradeció a Dvorkovich que sea una «de las pocas federaciones deportivas que permiten bajo bandera de FIDE que nuestros jugadores y niños participen en los campeonatos europeos y mundiales».

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

1 COMENTARIO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.